Los dos servicios que inauguran el corredor desde el puerto de Barcelona moverán 544.000 toneladas en 2011, según Renfe.
La conexión en ancho de vía internacional entre el puerto de Barcelona y Francia echa a andar con dos servicios, que suman cuatro frecuencias semanales por sentido. En total, se moverán 544.000 toneladas en 2011, según Renfe. Un inicio modesto, pero importante porque supone sortear el punto de ruptura de carga de Portbou
La conexión en ancho de vía internacional (UIC) entre el puerto de Barcelona y Francia, a través del túnel transfronterizo de El Pertús, echó a andar el 21 de diciembre con la salida del primer tren desde la estación de Morrot (en los accesos a la dársena) con destino a Lyon. Un inicio con un uso limitado a dos servicios, que suman cuatro frecuencias a la semana por sentido, y que antes utilizaban el ancho ibérico con la consiguiente ruptura de carga en Portbou (Gerona), como ya anunció este periódico en una pasada edición.
En total, 544.000 toneladas en el primer año de funcionamiento (2011), según las previsiones de Renfe, de las que 208.000 viajarán en la línea Barcelyon, promovida por la Autoridad Portuaria de Barcelona, Renfe y la francesa Naviland Cargo, y 336.000 toneladas en la de Hupac, cuya tracción también la pone Renfe, que enlaza la capital catalana con Milán. Un tráfico testimonial frente a los más de 100 millones de toneladas que cruzan anualmente en camión Los Pirineos.
Se trata de un inicio modesto del nuevo corredor, pero importante porque elimina el cuello de botella de Portbou, con lo que el trayecto se acorta en unas seis horas. Es el primer paso imprescindible, que no suficiente, para que el ferrocarril incremente su exigua cuota. Una vez que la infraestructura está construida, “debemos obsesionarnos por la gestión y cómo aprovecharla”, aseguró Jordi Valls, presidente de la Autoridad Portuaria, en la inauguración. “Seremos más competitivos, más eficaces y nos podremos internacionalizar mejor”, añadió el secretario de Estado de Transportes, Isaías Táboas.
El nuevo corredor ferroviario tiene 168 kilómetros de longitud, de los que 92 corresponden a líneas de ancho ibérico en las que se ha instalado un tercer carril mixto y los 76 restantes son tramos del AVE ya construidos. Admite trenes de hasta 750 metros frente a los 450 del corredor convencional, con lo que se incrementa en 300 toneladas la capacidad de cada convoy. Se han construido seis apartaderos.