El gran aparcamiento de camiones de Ribarroja no encuentra un inversor privado y el parque logístico de Alicante sigue sin fecha.
La crisis de financiación pasa factura al ambicioso plan logístico de la Comunidad Valenciana, cuyas principales actuaciones están paralizadas. El gran aparcamiento para vehículos pesados de Ribarroja no encuentra un inversor privado que lo explote, mientras que el parque logístico de Alicante sigue sin fecha de ejecución, ni presupuesto.
La crisis de financiación, unida a la recesión de actividad que vive el sector del transporte y la logística, está pasando una enorme factura al ambicioso plan logístico valenciano, ideado por el Gobierno de Francisco Camps, y que tenía previsto poner a la Comunidad Valenciana en primera línea de instalaciones logísticas, tanto en Castellón, Valencia y Alicante, con una red de nueve plataformas para el transporte.
Hoy el plan es inabordable financieramente, aunque el mismo no ha sido ni siquiera redimensionado, sino prácticamente apartado de la primera línea de los discursos oficiales del nuevo equipo de la Consejería de Infraestructuras, que dirige Isabel Bonig. Empresarios con intereses en el Parque Logístico de Ribarroja han reconocido a TRANSPORTE XXI que “las actuaciones están paradas, bien porque no hay financiación pública y privada para acometerlas, bien porque no hay en estos momentos suficiente mercado para poner en marcha proyectos ideados en aquella época de bonanza”.
Los mismos medios reconocen que “hoy los problemas son los mismos, no tenemos espacios vigilados para aparcar los camiones y la logística sigue sin ser algo prioritario para la administración, sólo hay que ver los presupuestos autonómicos”. Y es que las principales actuaciones están hoy paralizadas y sin visos de ponerse en marcha a lo largo de 2012.
Dos ejemplos: el gran aparcamiento de 900 vehículos pesados de Ribarroja no encuentra desde hace dos años un inversor privado que lo explote, mientras que la segunda ‘ambición’ del plan, el parque logístico de Alicante, sigue sin fecha de ejecución, ni presupuesto.