El puerto pierde más de 70.000 TEUs de comercio exterior en sólo cuatro meses mientras que el transbordo continúa en picado.
La ‘crisis de los tránsitos’ ha contagiado al tráfico import-export en el puerto de Valencia, según muestran los indicadores. El puerto ha perdido más de 70.000 TEUs de comercio exterior en sólo cuatro meses mientras que el transbordo continúa en picado. Empresas y trabajadores siguen sin encontrar fórmulas para abaratar la operativa
La grave pérdida de transitos está empezando a afectar a los tráficos import-export que se mueven en el puerto de Valencia. La naviera suiza MSC decidió el pasado mes de junio desplazar varios de sus servicios a los puertos de Gioia Tauro y Sines. La terminal pública de Noatum está siendo la principal víctima de la reducción de tráficos tras haber perdido más de 200.000 TEUs en operaciones de tránsito. La progresión de la dársena se ha detenido y ha trastocado las expectativas de negocio de Noatum, un emergente grupo bajo el soporte de fondos gestionados por JP Morgan.
El operador reclama una reducción del 30 por ciento en los costes actuales para asegurar el estatus de Valencia y un nivel de rentabilidad, hoy comprometido. La negociación sigue encallada. Empresas y trabajadores no encuentran fórmulas en el seno de la sociedad de estiba para abaratar la operativa. La reducción de los indicadores, a juicio de transitarios y operadores consultados por TRANSPORTE XXI, son concluyentes. “Ya han saltado todas las alarmas. La pérdida de conectividad es real”, afirma un operador. Al tiempo un transitario explica que “es un hecho que hay un efecto arrastre que supone la huida del tránsito que ha afectado a los tráficos de importación y exportación”.
Además, matiza que “si no cambian los flujos, las decisiones operativas y aumentan las exportaciones, la caída de los volúmenes puede superar los dos dígitos en 2014”. La preocupación es máxima. En los últimos cuatro meses, entre octubre y enero, el tráfico importexport ha descendido en más de 70.000 TEUs, una cifra sólo comparable a los descensos habidos al inicio de la crisis en 2008, periodo que Valencia salvó creciendo un 10 por ciento en volúmenes import-export.
La última oscilación positiva fue en septiembre por los aprovisionamientos para Navidad. Desde esa fecha la desaceleración ha sido una constante, con una caída aún más destacada en enero. En concreto, el tráfico sufrió un varapalo del 14 por ciento respecto a los 202.000 TEUs manipulados en idéntico mes del pasado ejercicio.