Noatum pierde peso comercial mientras MSC recibe buques de otros armadores en su instalación dedicada y TCV aumenta tráficos gracias a la apuesta por navieras asiáticas.
La crisis de tráficos y las alianzas navieras están poniendo ‘en guerra’ a las terminales de contenedores del puerto de Valencia. Noatum está perdiendo peso comercial en el conflicto que se vive en los muelles mientras MSC empieza a recibir buques de otras navieras en su terminal y TCV aumenta tráficos de los principales armadores asiáticos
La caída de los tráficos de contenedores y los movimientos previos a la alianza naviera P-3, formada por Maersk, MSC y CMA CGM, está desatando una ‘guerra de nervios’ entre los operadores de las terminales de contenedores del puerto de Valencia. Transitarios y operadores consultados por TRANSPORTE XXI constatan que “en los últimos meses ha habido un desvío de cargas importante entre las tres terminales del puerto”. Estos medios matizan que “hay una guerra local de precios”, unido a los desvíos que ha realizado MSC desde Valencia a otros puertos lo que “ha incidido notablemente en el protagonismo de Noatum en el mercado del contenedor”.
El reparto del poder de la tarta de negocio de la estiba del puerto es determinante. De los 4.298.886 TEUs movidos al cierre del pasado ejercicio de 2013 en los muelles de la rada valenciana, el 44 por ciento pertenece a la terminal pública que gestiona Noatum (1,9 millones de TEUs), mientras que un 39 por ciento (1,7 millones de TEUs) se manipulan en la terminal dedicada de MSC y, el resto, un 17 por ciento (700.000 TEUs) son gestionados por la terminal de TCV, filial de Grup TCB, en la que acaban de entrar los grupos japoneses Mitsubishi Corporation y Kamigumi en una operación de compra del 25 por ciento de sus acciones por valor de 35 millones de euros.
Y es que la terminal pública, concesión de Noatum, sufrió un descenso de volúmenes en 2013 que le llevó a perder el registro histórico alcanzado en 2012, un tráfico de 2.247.571 TEUs, volumen récord en la progresión de la estibadora bajo el soporte financiero de activos y fondos gestionados desde la órbita de la estadounidense JP Morgan. Por su parte, la terminal dedicada de MSC siguió en ritmo ascendente, pese a la congestión que vive la instalación, manteniendo la terminal ‘hasta los topes’ con 1,7 millones de TEUs. Por último TCV logró un importante crecimiento derivado del aumento de las operaciones de las principales navieras asiáticas como Hanjin, UASC y China Shipping, que progresaron ampliamente sus tráficos en la instalación de la filial de TCB.
Así las cosas, TCV creció un 25 por ciento en 2013, pasando de 560.231 TEUs a un tráfico de 700.000 TEUs, aunque por debajo de su techo histórico de tráfico obtenido en el año 2011 que fue de 731.450 TEUs. Los operadores coinciden en señalar que el último conflicto abierto que se vive en los muelles es la decisión de la Autoridad Portuaria de Valencia, que preside Rafael Aznar, de permitir a la terminal dedicada de MSC operar los buques de cualquier naviera sobre los que la naviera suiza demuestre un control operacional, es decir, aquellos buques que formen parte de un servicio compartido o aquellos en los que sea consignatario de la mayoría de la carga a bordo.
Esta decisión, cuya acta está pendiente de ratificar por el consejo de administración del puerto, no ha sido bien avenida por los otros dos operadores que vienen a considerar que “la decisión perjudica a las terminales públicas”, porque “hay más competencia” al poder operar la terminal de MSC servicios de navieras que no sean la suiza. En el fondo, los operadores entienden que se abre la puerta a que la terminal de MSC se convierta en “pública” algo que “va contra nuestros intereses”.