Diesel Energy y Bioener Energía renuncian al proyecto de ejecución de sus nuevas plantas.
La crítica situación de la industria española de biocarburantes, debido básicamente a la entrada masiva en la Unión Europea de biodiésel subvencionado -procedente sobre todo de Estados Unidos-, ha tumbado dos proyectos en el puerto de Bilbao, cuya inversión superaba los 120 millones de euros. Las empresas Diesel Energy, perteneciente al grupo Capital Energy, y Bioener Energía, participada por Abengoa Bioenergía y el Ente Vasco de la Energía, han renunciado a la construcción de una planta de biodiésel y una de bioetanol, respectivamente, según confirmaron a este periódico fuentes de la Autoridad Portuaria de Bilbao.
Los dos proyectos se iban a desarrollar sobre unas parcelas de 20.500 y 76.000 metros cuadrados, que quedan libre para el desarrollo de nuevas inversiones. Las dos empresas atribuyen el abandono de estas iniciativas a la actual crisis económica, que ha conllevado problemas de financiación, y a la crisis del biodiésel en España. Según datos de la patronal APPA Biocarburantes, “la gran mayoría de las más de cuarenta plantas abiertas en los últimos años están prácticamente paradas o funcionando muy por debajo de su capacidad, tras haberse invertido más de 600 millones de euros”, como consecuencia de la importación masiva de biodiésel subvencionado, que “distorsiona la libre competencia en el mercado internacional”.
En la actualidad, hay dos plantas de biodiésel operativas en el puerto de Bilbao. Se trata de los proyectos desarrollados por Biocombustibles de Ziérbana, con una capacidad de producción anual de 200.000 toneladas de biodiésel, y Acciona Biocombustibles, cuya planta se ubica en las instalaciones de la empresa Bunge, con una capacidad para producir 200.000 toneladas anuales. Un tercer proyecto, que llevará a cabo Petronor, se encuentra aparcado al menos durante dos años.