Los ingresos por vehículos comerciales cayeron un 37% en el primer trimestre de 2009.
La crisis pasa factura a MAN, cuyos ingresos por vehículos comerciales cayeron un 37% hasta marzo. En total, los ingresos descendieron a 2.600 millones, cayendo un 27%, debido principalmente al descenso de un 37% en los ingresos generados por la fabricación y venta de vehículos comerciales, donde los pedidos bajaron un 61%.
La entrada total de pedidos registrada por el grupo MAN en el primer trimestre del año fue de 2.300 millones de euros, cayendo el valor de la cartera un 53 por ciento. Pero desde el propio grupo se subraya que la caída fue realmente mayor, ya que en el último trimestre de 2008, se había registrado un aumento del 17 por ciento, lo que pone en evidencia que los clientes de la compañía han cancelado un gran número de pedidos. Afortunadamente para el grupo, los ingresos procedentes de su división de motores Diesel se mantuvieron, incrementándose incluso los de la división de turbinas.
En conjunto, los ingresos por cuenta de explotación del grupo fueron de 100 millones de euros. Como resultado de la violenta crisis global, el rédito de las ventas de todo el grupo se redujo al 3,9 por ciento cuando en el primer trimestre de 2008 había llegado al 12,1 por ciento. Pese a todo, la división de vehículos industriales consiguió un beneficio por cuenta de explotación del 5 millones de euros, algo que desde el grupo germano se explica por el efecto de las medidas de reducción de costes que se habían tomado en años precedentes y que, lógicamente, se intensificaron en el último trimestre de 2008.
La integración en el grupo de las fábricas de camiones de Volkswagen en Brasil para constituir la nueva MAN Latinoamérica, ha convertido al grupo en el tercer fabricante mundial de camiones pesados, consolidándose los resultados de esta nueva compañía en los del grupo desde el 31 de marzo último, fecha en la que la plantilla total ascendía a 50.722 personas, cifra que, pese a incluir también la plantilla de MAN Latinoamérica, es inferior en 599 personas a la que tenía el grupo a finales de 2008, lo que pone en evidencia los recortes de plantilla que se han practicado desde septiembre de 2008, cuando se anunció que todos los contratos temporales se extinguirían al llegar su conclusión.
En cuanto a las perspectivas futuras, se indica desde MAN que es muy difícil evaluar la tendencia en los trimestres próximos, ya que no se aprecian indicios de mejoría en sitio alguno. “La demanda de camiones y motores marinos es particularmente baja. La favorable situación de los pedidos en las divisiones Turbo y Renk está teniendo efectos estabilizadores en nuestras finanzas, y nos está beneficiando mucho la buena marcha de nuestra división de motores por lo que se refiere a la aplicación de los mismos en generadores de potencia. Pese a ello, esperamos que la entrada de pedidos siga reduciéndose, por lo que nuestra facturación y beneficios serán menores que en 2008”, manifestó Hakan Samuelsson, presidente ejecutivo del grupo.
Por otro lado y con relación a la investigación abierta por las autoridades alemanas sobre supuestos sobornos realizados desde MAN entre 2002 y 2005 para conseguir contratos de compra de sus vehículos industriales y que ascenderían a un millón de euros en Alemania y a varios millones de euros en otros países, MAN ha ofrecido a los investigadores todo tipo de colaboración y ha recordado que en el grupo existe un Código de Conducta firmado por todos sus empleados en el que se comprometen a no infringir las normas del mismo y a no conceder beneficios de tipo alguno a nadie para hacerse con operaciones de compra.
MAN ha contratado los servicios de un auditor externo para que aclare por completo estas sospechas, pese a que ya se venían realizando alrededor de 80 auditorías al año sobre las actividades de las distintas ramas y divisiones del grupo. De hecho, se asegura desde MAN que en 2007 se llevó a cabo una auditoría interna de carácter extraordinario para investigar posibles pagos de comisiones entre 2002 y 2005, fruto de la cual fue el hallazgo de algunas irregularidades en ciertas transacciones de pago, lo que hizo que el grupo endureciese los sistemas de control.