La semipública, que pierde 5 millones de tm en tres años, liga su traslado a la ampliación del puerto a la recuperación del tráfico.
La crisis ralentiza la expansión de la terminal granelera Ebhi en Gijón. La sociedad, cuyo accionista de referencia es la Autoridad Portuaria, liga su traslado a la ampliación a la recuperación de los tráficos, tras perder 5 millones de toneladas en tres años. La semipública cerró 2010 con 10,6 millones de toneladas y un aumento del 8 por ciento
La crisis ha trastocado los planes de expansión de la sociedad European Bulk Handling Instalation (Ebhi), la terminal granelera del puerto de Gijón, que mueve cerca del 70 por ciento del tráfico total de la dársena asturiana. La compañía, cuyo accionista de referencia es la Autoridad Portuaria de Gijón, considera que no es el momento apropiado para acometer su traslado a los nuevos muelles ganados al mar.
Fuentes de la sociedad, que recientemente ha ampliado el período de vigencia de la concesión de sus instalaciones hasta el límite de 30 años -24 de febrero de 2029-, aseguraron a este periódico que “la prioridad a corto plazo es la recuperación de los tráficos”, que en 2009 registraron una caída del 30 por ciento. Como ya adelantó este periódico, la construcción de una nueva instalación granelera, que permitiría, a su vez, el desarrollo de una terminal de contenedores en el actual emplazamiento de Ebhi, es uno de los pilares fundamentales sobre los que se sustenta el plan de desarrollo del puerto de Gijón.
La nueva terminal, con una capacidad de descarga de 25 millones de toneladas al año, frente a los 17 millones de toneladas actuales, dispone de una línea de atraque de 1.250 metros, que posibilita el atraque simultáneo de tres bulkcarriers de 230.000 toneladas.
Los mismos interlocutores subrayaron, en este sentido, que “las nuevas instalaciones generadas por la ampliación abren un amplio abanico de posibilidades y vías de actuación sobre las que estamos trabajando”, aunque insistieron en que “el traslado de la terminal está ligado a la recuperación del tráfico”.
La terminal Ebhi cerró 2010 con un movimiento de 10,6 millones de toneladas, lo que supuso un aumento del 8 por ciento tras perder 5 millones de toneladas en tres años. El repunte de las importaciones de mineral de hierro y carbón siderúrgico, ligadas a la demanda mundial del acero, impulsaron este crecimiento, con un movimiento de 9 millones de toneladas, próximo a la cifra de 10 millones de toneladas, habitual en los años anteriores a la crisis.
Por el contrario, continúa la caída de las importaciones de carbón térmico, una constante desde 2006, como consecuencia de la penalización a las emisiones de CO2 y a la cada vez mayor presencia de otras fuentes de generación de energía, especialmente ciclos combinados y energía eólica. El pasado año, esta tendencia se acentuó, con una caída de los térmicos del 55 por ciento, debido a la baja participación del carbón en el mix energético, que ha pasado de un 29 por ciento en 2004 al 8 por ciento en 2010.