Las operaciones de carga y descarga en Madrid disminuyeron un 8 por ciento durante el último año, según datos del ayuntamiento de la capital a los que ha tenido acceso este periódico. Las cifras, referidas al interior de la M-30, es decir, al núcleo central del casco urbano de Madrid, vienen a reflejar la fuerte incidencia de la actual crisis económica en la actividad de distribución capilar de mercancías. Este descenso de la actividad ha coincidido con el recorte de la oferta de zonas de carga y descarga en la capital por primera vez en los últimos años.
En el año 2011, último del que se tienen datos oficiales, la oferta de zonas de carga y descarga se redujo un 0,8 por ciento en toda la ciudad, lo que desde el ayuntamiento se vincula a “los procesos de reajuste de la oferta de estacionamiento llevados a cabo en los distritos del centro” de Madrid, en los que se ha incrementado la oferta de plazas para uso residencial.
Por otra parte, según la Administración local ha crecido la presencia en las zonas de carga y descarga de vehículos que no realizan esta actividad desde el 31 al 41 por ciento en el porcentaje de horas por plaza reservada a tal actividad, si bien esta situación no se ha traducido en la práctia en una mayor indisciplina de estacionamiento en el entorno por parte de los transportistas, lo que sin duda “es coherente con el número menor de operaciones de distribución urbana de mercancías registrado”.
Por otro lado, desde el ayuntamiento se reconoce que se ha roto la tendencia que apuntaba en los últimos años a que la crisis económica alargaba el tiempo medio de estacionamiento para la carga y descarga, seguramente como consecuencia de que la demanda ha permitido que se realicen más repartos desde espacios más cercanos al destino, lo que repercute en la menor duración del estacionamiento.