Las marcas Lecitrailer, Schmitz, Leciñena y Kröne retrocedieron una media del 68,7%.
Los fabricantes de remolques y semirremolques afiliados a la patronal Asfares vieron como los malos presagios de 2008, que cerró con una caída del 28,2 por ciento, se confirmaban en 2009, con una bajada del 67, 6 por ciento. Las marcas Lecitrailer, Schmitz, Leciñena y Kröne retrocedieron una media del 68,7 por ciento
Aunque el deterioro de la demanda de remolques y semirremolques ya se había iniciado en España en la segunda mitad de 2008, con una caída del 45 por ciento, que llevaba a cerrar aquel año con un descenso del 28,2 por ciento en la matriculación de tales vehículos, según las cifras facilitadas por la patronal Asfares, lo cierto es que los resultados de 2009 parecen a primera vista dramáticos, con una contracción del mercado del 67,6 por ciento, habiéndose matriculado 4.932 unidades frene a las 15.224 de 2008. Estas cifras reflejan el final de la burbuja inmobiliaria que ha afectado notablemente a las ventas de remolques y semirremolques para la construcción y sus actividades afines.
Ello explica, según indica Julio Viartola, secretario general de la asociación Asfares, que provincias como Valencia, Murcia, Barcelona o Madrid, que habitualmente eran los motores de las matriculaciones de estos vehículos, se hayan visto superadas en 2009 por Zaragoza. Por tipos, los frigoríficos y las cisternas han caído del orden de un 60 por ciento, mientras que el mayor revés se lo llevaron los basculantes y los vehículos destinados a carga general.
Viartola subraya el brutal retroceso de los portacoches, cuya demanda casi desapareció durante el año pasado. Concretamente, Rolfo y Lohr, los dos principales fabricantes de portacoches, que habían matriculado 69 y 221 unidades en 2008, respectivamente, pasaron a matricular sólo 8 de estos vehículos y todos ellos de la marca Lohr en 2009, lo que supone un descenso del 97,2 por ciento.
“De momento, empieza a verse algo más de actividad, aunque sólo sea para decir que, en lugar de estar hundidísimos, sólo estamos hundidos”, bromea Viartola, quien asegura que en este sector todo el mundo está convencido de que se ha tocado fondo y de que ahora habrá que estar en ese fondo durante algunos meses. “A partir del verano de este mismo año, deberían empezar a recuperarse las matriculaciones, pero siempre de manera débil, para pasar de las 5.000 unidades de 2009 a 6.000 en 2010”, añade. Como en otros muchos sectores, la financiación ha sido un problema para los constructores españoles de remolques y semirremolques y todo apunta a que lo va a seguir siendo en 2010.
No obstante, Viartola señala que a la vista de cómo había terminado 2008, se desató una especie de psicosis colectiva que llevó a muchos transportistas a cortar sus inversiones de manera radical. “En realidad, muchos transportistas se pasaron entonces de frenada y yo creo que ahora que ya se conoce el alcance real de la crisis, algunos de esos transportistas comprarán en 2010 cosas que tenían que haber comprado en 2009, pero que quede muy claro que el primer semestre de 2010 va a ser muy parecido a lo que fue el mismo período de 2009”, subraya Viartola.
Para el secretario general de Asfares, la recuperación debería iniciarse a mediados del presente año, quizá a finales del verano, pero en lugar de producirse una recuperación en ‘V’ como la que tuvo lugar en la crisis de 1993, va a ser una recuperación en ‘L’, que nos mantendrá en niveles bajos durante mucho tiempo. “Yo pienso que será en 2015 cuando se alcance un nivel similar al que había a comienzos de 2009”, predice Viartola. Víctimas de la crisis Respecto a los más afectados por la actual coyuntura económica en el sector de remolques y semirremolques, hay que mencionar que Fruehauf -realmente esta compañía ya tenía graves problemas desde tiempo antes, siendo sólo rematada por el inicio de la crisis- se encuentra en fase de liquidación judicial de su “stock” de vehículos fabricados y otros bienes, después de haber suspendido pagos el 4 de noviembre del año 2008.
Mirofret, el especialista del frigo, sigue también en suspensión de pagos, aunque en el sector se confía en que pueda recuperarse. Hay otras marcas que también han sufrido mucho, perdiendo puestos en el ranking de matriculaciones. Un caso curioso es el de Guillén cuyas matriculaciones han bajado mucho -de 399 unidades en el año 2008 a 54 en 2009- pero en el sector se considera que se trata de un descenso dirigido y planificado con tiempo por la gerencia de este constructor, que vió en el redimensionamiento a la baja la mejor defensa frente a la que se venía encima.
Fuera de España, la francesa Chéreau se encuentra en trance de ser vendida a sus directivos en una típica operación de “management buyout”. Chéreau, que cuenta con dos fábricas en Avranches y Ducey, pertenecía desde el año 2003 al grupo alemán Trailer Holding, también propietario de Kögel y Trailer International, suspendió pagos en agosto del pasado año por efecto de la crisis.
Volviendo a los constructores españoles, la situación se ha complicado para muchos de ellos que si bien pudieron tirar con los “stocks” de piezas y materiales que tenían en sus almacenes para atender la corta entrada de pedidos que les llegaba, ahora se encuentran con que cada vez que les llega un pedido tienen que comprar a sus respectivos proveedores los elementos que precisarán para poder atenderlo.