El grupo alemán de distribución comercial Metro ha anunciado un plan de reestructuración de su cadena de suministro con el objetivo de aumentar sus beneficios anuales en 1.500 millones de euros.
El plan se basa en una descentralización total de la gestión de la cadena, que a partir de ahora recaerá en las empresas de cada país en los que está presente Metro. Sólo algunas funciones centrales como la política financiera y estratégica seguirán siendo dirigidas desde el holding. Con ello, Metro quiere ofrecer un servicio más personalizado y menos burocrático.