En contra de lo que manifestó recientemente Leif Johansson, presidente ejecutivo del grupo sueco Volvo AB, en Daimler Trucks, la división de camiones del grupo alemán, no ven síntoma alguno de recuperación del mercado norteamericano de camiones. Tras beneficiarse de un importante adelanto de ventas en la segunda mitad de 2006 por la entrada en vigor a principios de 2007 de una nueva normativa mucho más exigente en cuanto a la emisión contaminante de los motores, la demanda norteamericana de camiones se derrumbó en la primera mitad de 2007, enlazando con el efecto negativo de la crisis de las hipotecas de alto riesgo justo al comienzo del segundo semestre del año pasado que era cuando se estimaba que el mercado hubiese amortizado el adelanto de ventas de finales de 2006.
A la vista de ello, la mayoría de los fabricantes de camiones presentes en el mercado norteamericano postergó la prevista reactivación de la demanda al primer semestre de 2008, algo que tampoco parece que vaya a producirse. La propia Daimler Trucks se ha visto en la necesidad de retrasar esa previsión al segundo semestre de 2008, como también ha hecho Volvo AB, mucho más necesitada de esa reactivación del mercado. Con respecto a Europa, Daimler Trucks dice que sólo espera un crecimiento moderado de las ventas de camiones.
Volvo cree que aunque la demanda en la Europa de los 29 (que incluye a Noruega y Suiza) muestra una tendencia al crecimiento cero, la que proviene de Rusia y los países de la CEI es muy fuerte y compensa la estabilización de aquélla, permitiendo que los fabricantes de camiones de Europa occidental tengan ya una cartera de pedidos que cubre toda la capacidad de producción de sus fábricas durante 2008. No obstante, Volvo advierte sobre un debilitamiento de la demanda de camiones procedente de Polonia.