La entidad, que realiza una encuesta para identificar los problemas, detecta la pérdida de unas 50.000 toneladas hasta octubre que entran por Leixões “sin ninguna traba”
La “falta de flexibilidad y arbitrariedad” del PIF del puerto de Vigo empieza a pasar factura a la actividad de la dársena con el desvío de buques a Portugal. La entidad, que elabora una encuesta para identificar los problemas de la instalación, detecta la pérdida de unas 50.000 toneladas hasta octubre que entran por Leixões “sin ninguna traba”.