Sólo tiene operativo un jumbo de 34 años de edad que fleta para vuelos intercontinentales.
La apuesta de Pronair por convertir Valencia como su hub carguero se está viendo frenada por la falta de mercado local, obligando a la aerolínea a realizar vuelos entre aeropuertos del norte de Europa y destinos en Asia, Africa y Sudamérica. La compañía sólo tiene operativo uno de sus dos jumbos, de 34 años de edad, que está fletando para vuelos intercontinentales
La aparición de la aerolínea privada Pronair en Valencia a principios de año con dos flamantes jumbos cargueros adquiridos a Air France parecía que iba a producir un incremento en el número de kilógramos movidos en el nuevo Centro de Carga Aérea de Manises. Sin embargo, nueve meses después del anuncio de inicio de operaciones la compañía no ha movido ni un sólo kilogramo de carga en Valencia, según se desprenden de los datos oficiales de la pública Aena. La falta de mercado local, tanto de importación como de exportación, ha obligado a la compañía, tras haber ofrecido sus servicios a transitarios y operadores valencianos, a mover carga aérea fuera de Valencia.
De hecho, Pronair sólo mantiene activo en estos momentos uno de sus dos jumbos, el rematriculado el pasado 1 de junio como EC-KRP, bajo el nombre “Arca de Torretallada”, que fue inicialmente matriculado por la compañía el 15 de enero de 2008 como EC-KMR. La compañía está alquilando puntualmente este carguero, que tiene una capacidad de 105 toneladas, para realizar vuelos charter intercontinentales. Por ejemplo, la compañía MK Airlines mantuvo el jumbo fletado durante el pasado mes de julio realizando vuelos entre aeropuertos del Norte de Europa y destinos africanos.
Pero no sólo la escasez de mercado local y el alto precio del combustible (el Boeing 747-245F gasta hasta un 30 por ciento más de combustible que un carguero de última generación) ponen en duda la iniciativa de la aerolínea, propiedad del empresario Isidoro Romero López, tras invertir 60 millones de euros en los dos jumbos. Desde su inicio, Pronair se ha enfrentado a diversos incidentes operativos en su andadura en la carga aérea con uno de sus jumbos. El avión con matricula actual EC-KRP, construido en 1974 y con siete diferentes propietarios en su historia, ha tenido varios problemas técnicos.
En concreto, fuentes solventes han apuntado que tras la puesta en marcha de la compañía en enero “el jumbo estuvo bastante tiempo parado en Pakistán, donde tuvo que parar por un fallo de motor y esperar a conseguir uno para cambiarlo”. Con posterioridad, el jumbo “tuvo otra avería en China antes de realizar los vuelos que tenía previstos”. Por otro lado, en julio, “el 747 de Pronair fue retenido en Curitiba, en el sur de Brasil, en un vuelo operado por Lufthansa, por impago de las tasas de utilización del aeropuerto”.
El último incidente importante ocurrió a finales de julio, cuando el Boeing de Pronair sufrió un aborto de despegue en la cabecera de la pista 30 del aeropuerto de Manises en un viaje rumbo a Dakar, según han señalado fuentes solventes, “por problemas en uno de los motores”, que fueron solventados, si bien “el aparato bloqueó durante largos minutos la pista valenciana impidiendo el aterrizaje de un avión de Lagunair, que tuvo que abortar su operación de aterrizaje cuando ya enfilaba la pista”, en lo que pudo ser un serio incidente. Por último, Pronair no ha iniciado las operaciones comerciales con su segundo jumbo.
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