La empresa japonesa espera transformar 2.000 unidades en sus nuevas instalaciones a lo largo del primer año de funcionamiento.
Dominique Correze, vicepresidente de la división de vehículos comerciales ligeros de Nissan Europa, ha anunciado la intención que la firma nipona tiene de abrir un centro de carrozado de camiones en Ávila en el verano de 2008. El objetivo no es otro que seguir la estela de otros fabricantes en Europa: convertirse en carroceros.
En la última edición del Salón de Vehículos Industriales de Birmingham, celebrada a finales de abril de este año, dos constructores, la sueca Scania y la holandesa DAF Trucks, anunciaron ya que iban a fabricar sus propias carrocerías, comenzando por las de tipo cerrado (paneladas) y las de cortinas. Ahora le toca el turno a la firma nipona Nissan, que ya ha adelantado su intención de abrir un centro especializado en la transformación de camiones en terrenos aledaños a su planta abulense. Nissan cree que sus clientes europeos de las gamas Cabstar y Atleon se beneficiarán con ello de una mayor calidad por la integración de ambos procesos fabriles, el del chasis- cabina y el de la superestructura, amén de una reducción en los plazos de entrega, cada vez mayores debido a que la fuerte demanda de camiones en toda Europa tiene totalmente saturadas las instalaciones de la no muy potente industria de carrocerías.
Al mismo tiempo, el constructor japonés cree que con este enfoque podrá reducirse también el precio del vehículo carrozado. Nissan quiere comenzar también por las carrocerías paneladas y las de cortinas laterales, así como los volquetes, aunque éstos se construirán en Ávila sólo para el mercado ibérico. En el Reino Unido, Nissan usará un carrocero británico. En cualquier caso, el concesionario será el único interlocutor ante el cliente tanto para el chasis-cabina como para la carrocería. La compañía nipona cree que en el primer año de trabajo se podrán servir a clientes más de 2.000 unidades carrozadas. Tras el movimiento de convertirse en carroceros de sus camiones que han comenzado a realizar algunos fabricantes en Europa, se encuentra el deseo de afrontar un par de problemas serios.
El primero es el de las garantías. El transportista trata siempre de que sea el fabricante del camión el que asuma los costes de los fallos de la carrocería y éste con frecuencia lo hace porque es consciente de que un fallo de esa parte del vehículo erosiona de manera importante la imagen de su marca, aunque en el fondo nada tenga que ver con su trabajo. El segundo problema es que se espera una nueva legislación para 2009 sobre la homologación de tipo que incluirá probablemente tanto el chasis como la carrocería. Nissan se ha marcado como objetivo prioritario desarrollar su actividad en el frente de los vehículos comerciales ligeros. En el año 2006, vendió un total de 489.579 de ellos en todo el mundo, que aportaron el 8 por ciento del beneficio operativo de la compañía japonesa en ese ejercicio, meta que se consiguió un año antes de lo previsto.