Gracias a los contratos de arrendamiento y a la buena marcha de los fletes en los graneles.
La flota mercante vasca, con casi 900.000 toneladas de peso muerto, está capeando la crisis gracias a los contratos de larga duración que tiene firmados con los fletadores y a la buenamarcha de los fletes en el mercado internacional, sobre todo en los tráficos de graneles sólido y líquidos, que se mantendrá hasta el año 2010
La crisis económica no está afectando a la flota mercante vasca, que opera principalmente bajo contratos de larga duración en el mercado internacional. “La demanda sigue fuerte de la mano de los países emergentes que piden materias primas. Preveo que el crecimiento seguirá hasta 2010, sobre todo en los tráficos de graneles líquidos y sólidos, aunque no sé si será tan acusado como en los dos últimos años”, explica Alejandro Aznar, presidente de la Asociación de Navieros Vascos (Anavas) que acaba de celebrar su Asamblea General.
La debilidad del dólar frente al euro, que cotiza hoy a 1,55, tampoco aparece como un problema “porque los que trabajamos en el mercado internacional de los graneles también tenemos los costes en dólares”. El elevado precio del combustible tampoco está teniendo el mismo impacto para los operadores locales que para los internacionales. “Si estás en arrendamiento, el incremento del precio del combustible te lo paga el fletador.
Y si estas en el mercado tramp, el aumento se lleva bien porque los fletes son buenos”, añade Aznar. Según la última memoria de Anavas, “2007 fue un año excepcional para el transporte de graneles, sobre todo para los grandes bulk carriers, en el que los fletes se triplicaron entre enero y noviembre (…), lo que ha beneficiado a lo flota granelera vasca”.
Señala Anavas que “nuestra flota de LPG y quimiqueros, tras un primer semestre relativamente fuerte, tuvo un notable descenso en la segunda mitad del año, aunque diciembre fue el más fuerte en todos los sectores de buques tanque”. El mercado de petroleros “se mantuvo bastante estable la mayor parte del año, con una media anual ligeramente inferior a la de 2006”, aunque “a finales de 2007 los fletes se situaron a niveles altos”, oscilación que no afectó a la flota vasca debido a los contratos de larga duración a los que está vinculada.