El negocio de la terminal, propiedad del Santander, baja un 30%.
La notable bajada del tráfico de cereales ha obligado a la estibadora Temagra a reducir un 20% su plantilla ante la falta de actividad en la terminal de graneles del puerto de Valencia. El negocio de la estibadora, propiedad de una sociedad vinculada a un fondo de capital riesgo de Banco Santander, cayó un 30% en el primer trimestre de 2011
La fuerte caída del tráfico de cereales en el primer trimestre de 2011 ha obligado a Temagra, concesionaria de una terminal de graneles sólidos en el Muelle Sur del puerto de Valencia, a afrontar una reducción de su personal operativo. Fuentes sindicales confirman que la empresa ha procedido a esta regulación de empleo debido a la baja del 30 por ciento en el tráfico de graneles. Temagra, que venía manejando unos 1,4 millones de toneladas de graneles sólidos, ya sufrió una caída del 25 por ciento en los tráficos de cereales en 2010, mientras que los abonos naturales se redujeron en un 8 por ciento.
Ante el descenso de actividad en la terminal, el pasado mes de marzo la empresa procedió al despido de siete trabajadores de los 37 que formaban la plantilla fija de la estibadora, según confirman fuentes sindicales. Temagra ha procedido a esta regulación de empleo “con el compromiso de la dirección de la empresa de volver a contratar a la mayoría de los despedidos en cuanto comience la recuperación del tráfico”. El comité de empresa de Temagra, que lidera Coordinadora Valenciana de los Trabajadores de los Puertos, ha resaltado que “la empresa ha indemnizado a los trabajadores con el máximo legal de 45 días por año y con una carta de recomendación para poder facilitar su recolocación” en otras empresas del sector.
La propietaria de Temagra es Infraportva, una sociedad vinculada al fondo de capital riesgo Santander Infraestructuras. Temagra explota dos concesiones en Valencia, una de 35.400 metros cuadrados en el Muelle Sur que vence en 2014 y otra de 28.000 adyacente a la primera, cuyo plazo finaliza en 2026. El fondo desembarcó en 2006 con la compra del 49 por ciento a Caja Castilla La Mancha Corporación, para en 2008 completar la adquisición del 51 por ciento que detentaba SGS, que sigue explotando la terminal con un contrato de prestación de servicios.