La fusión de los fabricantes MAN y Scania, con sinergias poco claras

Pese a que desde hace muchos meses cada vez que alguien de Volkswagen habla de la consolidación de los intereses en vehículos industriales de MAN y Scania, suele añadir la coletilla de que ya de entrada se detectan unos ahorros de 200 millones al año sólo en el frente de compras, el hecho de que en tanto tiempo no se hayan encontrado más sinergias entre ambos fabricantes está llevando a pensar a algunos analistas que las sinergias no son tan claras.

Obviamente, al limitarse la producción de Scania a los vehículos de más de 16 toneladas, sería en ese ámbito donde podrían esperarse las mayores sinergias con MAN, aunque ésta también fabrique camiones de 6 a 16 toneladas. Scania y MAN ya estudiaron hace años la posibilidad de compartir ciertos órganos mecánicos, como las cajas de cambios y los ejes, pero finalmente se abandonó la idea alegando que la misma planteaba “dificultades técnicas”. Entre éstas, algunos expertos consideraron la presión de la también alemana ZF sobre MAN para no quedarse sin los suculentos pedidos de transmisiones que cada año le llegan de esta última.

Algunos estudiosos de la consolidación coinciden en que la imagen de cada una de las marcas por separado es tan buena, que una integración, aunque fuese sólo en la trastienda, terminaría por deteriorar ambas imágenes. Aún así, si, como parece, Volkswagen está empeñada en seguir adelante con el proyecto, los ahorros por economía de escala deberían obtenerse inicialmente de la compra de materiales y algunos componentes pequeños y en el plano administrativo, con normalización de los procesos de facturación, pagos, entre otros.