La naviera francesa CMA CGM perdió más de 344 millones de euros en el primer semestre. Su cifra de negocios cayó un 34 por ciento con respecto al mismo periodo de 2008, hasta alcanzar 3.204 millones de euros. Rodolphe Saadé, miembro del consejo de CMA CGM y hermano del presidente Jacques Saadé, ha señalado que “nuestro objetivo prioritario hoy es demorar la entrega de barcos que el grupo no necesita a corto plazo, así como establecer un nuevo sistema de financiación de la deuda, y en concreto del pago a los astilleros”.
Saadé reconoce que la naviera se encuentra en plenas negociaciones con un grupo compuesto por 63 bancos para renegociar su deuda, que asciende a cerca de 3.738 millones de euros. El retraso de las entregas de buques sería la pieza principal de esta reingeniería financiera, ya que en su cartera de pedidos está prevista la recepción de 49 naves de aquí a 2012. El armador también ha confirmado que estudia la reestructuración de su accionariado, ya que pretende aumentar su capital con la entrada en el accionariado de un fondo estatal francés como el Fondo Estratégico de Inversión (FSI), y evetualmente, otros participantes, como por ejemplo entidades bancarias.
Sin embargo, la Ministra de Economía de Francia, Christiane Lagarde, señala que una entrada en el capital de CMA CGM por parte del FSI no está en el orden del día del ejecutivo francés. Rodolphe Saadé también ha dado a entender que el armador estudia la cesión de activos no estratégicos, como participaciones minoritarias en terminales portuarias y en bienes inmuebles. Saadé asegura que en cuanto esté en marcha el nuevo plan de negocios, con el correspondiente plan finaciero, se sentarán a negociar con los astilleros coreanos.
La naviera cree que, en función de las acciones entabladas, sus resultados volverán a ser positivos a partir del año que viene, impulsados por la recuperación de los tráficos y las tarifas que registra desde junio.