No hay argumentos para continuar con la prohibición en toda la AP-7, según el sector.
Las restricciones a la circulación de camiones pesados en las carreteras catalanas vigentes en 2009 se mantendrán en los mismos términos en 2010, incluidas las que afectan en operaciones de días especiales y en determinadas franjas horarias a toda la autopista de peaje AP-7 en ambos sentidos, que atraviesa Cataluña y que es la principal vía de comunicación con Francia.
No se modificarán ni aun en el hipotético caso, que no se producirá, de que las principales organizaciones del sector en Cataluña, la patronal Cetcat y la de autónomos y pymes Cot, retiraran los recursos que presentaron contra las prohibiciones de 2008 y 2009. Así de claro lo señaló el director general del Servicio Catalán de Tránsito, Josep Pérez Moya, en la última reunión del Comité Nacional del Transporte con los responsables de tráfico del Gobierno y de las comunidades autónomas de Cataluña y el País Vasco, según fuentes asistentes al encuentro.
Pérez Moya volvió a aprovechar la reunión para quejarse por las impugnaciones contra las restricciones que presentaron las asociaciones catalanas. Y el Comité sigue siendo el único punto de encuentro del Servicio Catalán de Tránsito con la Cot y la Cetcat porque el organismo autonómico que tiene las competencias de tráfico no se reúne con ellas desde enero debido al enfado por los recursos.
Pérez Moya argumentó las bondades de las restricciones actuales en el incremento de la movilidad, el 7 por ciento. “Reconocemos que puede haber problemas de movilidad, pero no en toda la AP-7 ni en ambos sentidos”, aseguró Carles Palacio, secretario general de la Cetcat. Se trata de “un problema de gestión del tráfico, que no quieren, no saben o no tienen medios para solucionar y lo más fácil es cerrar toda la autopista”, con lo que se demuestra “su incapacidad para solventarlo”. Si realmente hay problemas de fluidez de tráfico, se pregunta Carles Palacio, “por qué no ponen medios para evitar que entren camiones en la autopista a la altura de Granollers (Barcelona), pero la cortan en La Junquera (frontera)”.
Las restricciones “no se justifican, menos en estos momentos de crisis porque el tráfico no ha crecido, ha disminuido”, señaló Evaristo Magaña, portavoz de la Cot. “Lo primero que tiene que hacer Tránsito es sentarse a hablar con las asociaciones, que en ningún momento nos hemos negado a acudir a una reunión”. Con la cerrajón del director general de Tránsito parece difícil, a corto plazo, un encuentro. Cataluña ha quedado como baluarte en España de atar corto al transporte en materia de restricciones. El otro bastión, el País Vasco, las ha flexibilizado con el cambio en Ajuria Enea.