La operación ‘Hefesto’ sigue abierta mientras se investigan otros 17 incendios en Valencia.
La operación Hefesto sigue abierta. Tras la detención en julio de los dueños de las empresas Toysan y Ausan y su imputación por delitos de incendio en bienes propios, estafa, apropiación indebida y falsificación de documento, la Guardia Civil investiga otros casos similares de incendios de empresas de transporte de contenedores en Valencia.
Hefesto fue iniciada el pasado 28 de julio por la Guardia Civil bajo el soporte del juzgado de la localidad valenciana de Picassent, a raíz del incendio de sendos camiones de las empresas Toysan y Ausan. La operación, bautizada con el nombre griego del Dios del fuego y la forja, se saldó con la detención de los propietarios de Toysan, José María Sánchez León y José María Sánchez Torres, padre e hijo, y de uno de los dos administradores de Ausan , que son Aurelio Panos Franco y Santos Martínez Lara. Horas antes había sido detenida “otra persona vinculada con la trama”, según fuentes de la Guardia Civil, que afirman que Ausan actuaba como subcontrata de Toysan.
Tras su declaración ante el juzgado, los cinco detenidos eran puestos en libertad con cargos, imputándoseles delitos de incendio en bienes propios, estafa, apropiación indebida y falsificación de documento. El asunto Toysan venía siendo “un caso bajo sospecha” para los agentes encargados de la investigación de incendios de camiones en Valencia, así como para los peritos de seguros. Toysan, perteneciente a la asociación Transconval, venía siendo noticia por los siniestros acaecidos con sus camiones. La empresa ha sufrido un total de cuatro incendios en sólo dos años (15/04/2007, 20/08/2008, 05/02/2009 y 28/07/2009) con un saldo de 21 camiones incendiados, siniestros que los responsables de esta empresa justificaban achacándolos al conflicto del transporte terrestre del puerto de Valencia.
Algo de lo que ya no hay duda, después de que la Guardia Civil haya acusado por estafa a los propietarios de esta empresa dedicada al transporte terrestre de contenedores en Valencia. La inspección ocular del último incendio en Toysan, ocurrido el pasado 28 de julio, fue definitiva y terminó por confirmar las sospechas de los agentes encargados del caso. La posición de los dos vehículos incendiados “era determinante”. Ambos camiones estaban juntos, pero separados del resto y ambas tractoras eran antiguas, mientras que el resto no. Por otro lado, la investigación comprobó “la existencia de un video de seguridad en el que aparecía un administrador de Ausan entrando en la nave y desconectando la alarma a la misma hora que se inició el incendio de los dos camiones”.
La investigación llevó a los agentes a comprobar que “Ausan actuaba como subcontrata de Toysan y que sus administradores lo eran también de una empresa de venta de colchones”, carga que aparecía en varios siniestros. Todo encajaba. De hecho este periódico ha podido comprobar que los administradores de Ausan, Aurelio Panos y Santos Martínez, son administradores y/o propietarios de las siguientes mercantiles: Oreval Descanso y Senyera Descanso, dedicadas a la venta de colchones; Sava Levante Decoración y Valdis Decoración, dedicadas al equipamiento de mobiliario en viviendas; y, por último, son accionistas de la mercantil Transportes y Mudanzas Senyera. Reunida toda la información se iniciaba el operativo.
En una primera fase la Guardia Civil detenía a una persona, resultado también imputado otro individuo, por su implicación en los hechos. Posteriormente se practicaba un registro en una de las empresas vinculadas en la trama donde se intervino abundante documentación. En la segunda fase, realizada el pasado 29 de julio, la Guardia Civil procedía a la detención en Beniparrell y Silla, de tres personas, administradores de las firmas investigadas, como presuntos autores, de diversos delitos de incendio en bienes propios, estafa, apropiación indebida y falsificación de documento, “al haber cobrado indemnizaciones que superaban 1.500.000 euros de diversos siniestros, estando pendiente de cobrar el resto, en cuyo caso habrían ascendido a 2.500.000 euros”, según responsables de la operación Hefesto.
Según la investigación realizada por la Guardia Civil, “los imputados incendiaban vehículos viejos de escaso valor y también camiones seminuevos que tenían en contrato de leasing, denunciando estar cargados con colchones y otros productos, con un número muy superior al que en realidad había, aportando para ello facturas falsas”. De esta forma la investigación afirma que así conseguían un vehículo nuevo y una indemnización millonaria por la pérdida de la carga, “la cual no se podía comprobar por los peritos puesto que, de los restos quemados, es muy difícil justificar las cantidades existentes al inicio del fuego”. La Guardia Civil destaca que “los detenidos iniciaron una campaña ante diversos medios de comunicación para justificar la quema de sus camiones, atribuyendo como responsable de ello al conflicto existente en el transporte terrestre en el puerto de Valencia”.
Tras la primera fase de Hefesto, la Guardia Civil da por esclarecidos tres incendios, ocurridos en junio de 2009 en Beniparrell, en agosto de 2008 en Silla y en febrero de 2008 en Puzol, donde se quemaron 13 tractoras, 11 cajas de camión, dos semirremolques y gran cantidad de colchones. La Guardia Civil mantiene abierta la investigación de otros 17 siniestros similares ocurridos en años anteriores. Los agentes encargados de los casos mantienen abiertas tres líneas de investigación: las estafas al seguro, problemas laborales internos y el conflicto del transporte terrestre, que sigue siendo uno de los hilos de la investigación.
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