La histórica Padrosa cesa en su actividad de internacional por la crisis

“Tras perder 8 millones en 4 cuatro años, ya se puede decir basta”, explica su presidente.

La catalana Transports Padrosa ha cesado de manera ordenada su actividad de internacional, liquidando activos y pasivos e indemnizando a sus 72 trabajadores. El cese, que incluye el cierre de sus filiales en Europa, se produce tras haber acumulado unas pérdidas de ocho millones en los últimos cuatro años. La sociedad seguirá viva

Transportes Padrosa, empresa con sede en Gerona y 90 años de historia, ha cesado de manera ordenada en su actividad de transporte internacional porque “después de unas pérdidas acumuladas de ocho millones en cuatro años, uno ya puede decir basta”, reconoce Pere Padrosa, presidente de la compañía, a TRANSPORTE XXI. La empresa, dedicada en exclusiva al internacional por carretera de productos de valor añadido (electrónica, gama blanca…) y con una ventas de 14,05 millones en 2010, comenzó su reestructuración después del inicio de la crisis, cerrando las filiales de Lituania, Eslovaquia, Alemania y Rumania, y reduciendo la plantilla, que pasó de 370 a 72 trabajadores en el día de hoy. Dentro de este cese de actividad ordenado, en mayo pasado, Padrosa realizó una ampliación de capital de 3,5 millones, situando el mismo en 4,6 millones, para “recapitalizar la sociedad con recursos propios y poder atender a los costes del cese, es decir, pagar las indemnizaciones a la plantilla conforme a la legislación (2,5 millones) y a los proveedores, liquidar el activo (con un valor en libros de 11,9 millones), porque esto no es un concurso”. De hecho, aunque sin actividad, “la sociedad se mantendrá viva”, subraya Padrosa.

BAJAN LOS PRECIOS DEL IMPORT
El resto de sociedades del grupo, que se dedican a transportes especiales, grúas (Grues Padrosa en España y Lapalmir en Uruguay), áreas de servicio, almacenes no dedicados al transporte (Inmobiliaria Catalana)…, continúan realizando sus actividades con normalidad. Además, la compañía del que fuera presidente de Astic, que no ha vendido a un tercero el fondo de comercio, también ha recolocado a sus clientes en diferentes empresas dependiendo del servicio que venían prestando a cada uno de ellos. “No creo en los fondos de comercio, en el sentido de que por un euro desaparecen”, añade. Padrosa hace hincapié en que “no había una salida viable, sobre todo de cara al año que viene, con la entrada de la ecotasa en Francia.

Además, por coherencia personal, no he querido meterme en el lío de las cooperativas, ni en la contratación de autónomos extranjeros, porque sólo hubiese sido una huida hacia delante y una solución empresarial en la que no creo”. En su opinión, “además de que muchos de nuestros clientes se han deslocalizado por la crisis, el problema ahora, sin querer demonizar a nadie, es que está empezando la campaña frigorífica, lo que ya está provocando una bajada en los precios de transporte de importación. Y los frigoríficos, de vuelta, cargan cualquier producto. Entonces, si suben a un precio de 1,50 ó 1,70 euros el kilómetro, bajan a 0,40, 0,50 ó 0,60 euros, cuando el precio tiene que ser de un euro. Tampoco queríamos entrar en una guerra de precios”.

“No quiero estar fuera del sector porque es mi vida”

El cese de actividad de Padrosa parece más un ‘hasta pronto’ que un ‘adiós’ definitivo. “Me quedo en stand by. No sé si retomaré esta misma actividad u otra. Pero no quiero estar fuera del sector porque esmi vida”, señala Padrosa. Cree que “la decisión está bien tomada, más con los tiempos muy inciertos que nos vienen encima”. En la carta a los clientes asegura que “la gran competencia sectorial, donde el 80 por ciento de los costes están regulados o en oligopolio, (carburante, infraestructuras, tasas, peajes…), no deja margen a la economía de escala ni a la gestión. La mayoría de nuestros gastos son pagados en un corto plazo y no son ajustables en la medida de lo necesario a los cobros que demedia, salvo excepciones, nos permitan abordar un nivel de tesorería aceptable”.