El accionista asegura que la causa de su insolvencia es el contencioso que tiene con Contenemar, también bajo administración concursal, que le adeudaría casi 10 millones.
La centenaria Compañía Trasatlántica Española, propiedad de Javier Villasante, ha presentado concurso de acreedores con un pasivo de 8,7 millones. El accionista asegura que la causa que ha motivado la insolvencia de Trasatlántica es su contencioso con Contenemar, también en concurso, que le adeudaría 9,6 millones
La histórica Compañía Trasatlántica Española, propiedad de Javier Villasante, ha presentado concurso voluntario de acreedores con un pasivo de 8,7 millones de euros en el juzgado de lo Mercantil Nº de 9 de Madrid, según consta en el BOE del pasado 14 de septiembre. Previamente, tal y como adelantó TRANSPORTE XXI en su edición del 1 de marzo, Trasatlántica presentó una propuesta anticipada de convenio a sus acreedores, para la que no ha habido acuerdo. Entonces, el propio Villasante ya adelantó “la dificultad existente para llegar a un acuerdo con los acreedores, a pesar de que la empresa tiene un pasivo inferior a los 10 millones”. Los principales créditos de Trasatlántica corresponden a la Seguridad, a quien adeuda 600.000 euros, y a Hacienda.
A la Agencia Tributaria debe el pago del IVA correspondiente a la venta de la antigua sede de Naviera del Odiel, en la madrileña calle José Abascal, por la que ingresó 5,4 millones de euros, operación con un tipo del 16 por ciento, ha confirmado Villasante. Entre la principal causa que ha motivado la insolvencia de Trasatlántica, asegura el accionista, está su contencioso con Contenemar, que también se encuentra en situación concursal. Trasatlántica es el segundo acreedor de Contenemar, con dos créditos ordinarios por valor de 3,3 millones reconocidos por los administradores de la armadora de los Seguí, aunque el importe comunicado por Villasante es de 9,6 millones. De hecho, Trasatlántica tiene interpuesta una demanda judicial contra Contenemar por valor de 5,5 millones, según el informe de los administradores de esta última.
Este mismo informe recoge que la mercantil de Seguí adquirió el fondo comercial de su competidora Trasatlántica a mediados de 2008, operación que también incluía la subrogación del leasing de 1.700 contenedores y el fletamento con opción a compra de los dos portacontenedores que entonces tenía esta última. Poco después, Contenemar rompió el acuerdo con Trasatlántica, lo que dio lugar, aseguran los administradores de Contenemar, al pago de indemnizaciones, insuficientes para Villasante. Los dos últimos barcos de Trasatlántica han acabado en las manos de la caja de ahorros gallega Caixanova, ya que el armador no pudo hacer frente al pago del crédito concedido para su construcción. El “Ruiloba” y el “CTE Beatriz, de 14.016 GT y capacidad para 1.264 TEUs, tuvieron un coste de 37 millones de euros.
Con el tax lease (ayudas fiscales a la inversión en buques), el coste de los mismos se quedó en 29 millones. Caixanova se hizo con los buques por el saldo vivo del crédito concedido a Trasatlántica. Los dos barcos ahora de Caixanova han sido fletados a casco desnudo (sin tripulación) por Boluda Lines. 160 años de historia Trasatlántica, con 160 años de antigüedad, está en manos de Villasante desde 2007.
Entonces, siendo el primer ejecutivo de Naviera del Odiel, adquirió a través de Lajavi Inversiones todo el grupo marítimo a la familia Pereda, donde también estaba Trasatlántica. Villasante señala que “no es probable” que Naviera del Odiel siga el camino de Trasatlántica. En 2005, el grupo Naviera del Odiel, especializado en tráficos de cabotaje entre Península y Canarias, llegó a facturar 103 millones, según datos del Registro Mercantil, ocupando el puesto 11 del ranking marítimo portuario nacional con una cuota de mercado del 2,36 por ciento.
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