La consultora tecnológica holandesa TNO se ha sumado a quienes exigen que la CE fije los mismos límites de emisiones de CO2 para las furgonetas que para los turismos. En julio, la Comisión anunció que antes de que finalizara 2012 publicaría un documento en el que establecería los límites de emisiones deseables para 2020.
El anuncio fue recibido con gran oposición por los fabricantes de furgonetas, que a través de su patronal europea, ACEA, se manifestaron contrarios a que se hicieran más estrictos los límites de emisiones de las furgonetas. Hasta el momento, la Comisión tiene establecidos unos objetivos para las emisiones de CO2 que son de 147 gramos por kilómetro para las furgonetas y de 95 para los turismos.
Pero ahora, en un informe encargado por T&E, un grupo a favor del transporte ecológico, TNO ha calculado el equivalente de emisiones entre una furgoneta y un turismo, teniendo en cuenta la diferencia de peso entre ambos y el esfuerzo económico de los fabricantes de cada tipo de vehículo, estableciendo que los 95 gramos por kilómetro de los turismos equivalen a 118 gramos por kilómetro en las furgonetas y no los 147 manejados por la CE.
Los grupos ecologistas han alegado tradicionalmente que los fabricantes de vehículos sobrevaloran las inversiones requeridas para rebajar las emisiones contaminantes. Ahora, con el estudio de la consultora TNO, esos grupos van a ver reforzados sus argumentos, ya que en él se afirma que si se optase por ese nuevo límite, se duplicaría el ahorro en combustible y se rebajaría a la mitad las emisiones de CO2.