Maersk Line no responde a la propuesta de Termisud de alargar un año el contrato.
El puerto de Málaga se encuentra a la expectativa de saber qué pasará con su principal cliente, la naviera danesa Maersk, y con el futuro de su terminal de contenedores, pese a ser el puerto más barato del sur de Europa. El 31 de diciembre finaliza el contrato entre Maersk y Termisud y la danesa aún no ha contestado si seguirá en Málaga
La incertidumbre sigue acechando los muelles del puerto de Málaga. No hay noticias de Maersk. Nubarrones se ciernen sobre qué sucederá a partir del próximo 1 de enero de 2011, fecha en la que concluye el contrato que une a la naviera con la estibadora Terminales del Sudeste (TdS). Por este contrato, la danesa garantizaba el pago de 18.000 contenedores mensuales los llevara o no a Málaga, asegurando el equilibrio económico-financiero de TdS.
El puerto de Málaga, que preside Enrique Linde, ha negociado con el armador danés para que mantenga un suministro anual mínimo en el enclave andaluz, como ha hecho en los últimos años, pero lo cierto es que la naviera ha preferido no cerrar ningún compromiso ante la actual incertidumbre económica. La danesa sigue presionando en un triángulo comercial que forman las terminales de Tánger-Med, Algeciras y Málaga.
El problema se centra en si la danesa sacrificará escalas en Málaga en beneficio de Algeciras o si mantendrá transbordo para los dos puertos españoles. En este sentido, fuentes portuarias confirman que “las nuevas necesidades del mercado están obligando a las navieras a reconducir el tráfico por el sur de África para abastecer a Sudamérica”, matizando que “antes las líneas tenían paso obligado por Gibraltar y Málaga era una posición estratégica, ahora hemos perdido peso”.
Fuentes próximas al comité de empresa han señalado que “Maersk Line no ha contestado a la oferta que se le ha hecho de alargar el contrato un año para que siga operando”. La plantilla de 240 portuarios de Málaga, entre fijos y eventuales, esperan que la danesa reconozca al final el esfuerzo que ha hecho el colectivo y las empresas del enclave andaluz, abaratando sensiblemente el coste de sus operaciones.
El puerto de Málaga movió ficha en 2009 frente a la agresiva competencia planteada por Tánger Med. Los estibadores se rebajaron el salario un 30 por ciento y los prácticos, los remolcadores, Terminales del Sudeste y el resto de empresas de servicios abarataron sus precios para lograr retener a Maersk. De hecho, la reducción de costes situó a Málaga como el puerto más atractivo en precio de la zona tras el vecino africano de Tánger Med.
Fuentes del sindicato Coordinadora explican que “Málaga tiene hoy las tarifas de estiba más bajas de Europa, sólo un 5 por ciento más caras que en Tánger y nuestra productividad es de las más altas de los puertos españoles”, matizando que “consideramos que algo falla para que no vengan más contenedores”.