El puerto quedará conectado antes de 2028 con una vía única electrificada de ancho mixto hasta Antequera, lo que permitirá más flujos, pero no atiende la petición de la doble plataforma.
Cuatro años. Una legislatura. Es el compromiso del ministro de Transportes, Óscar Puente, con el Puerto de Algeciras y la Comarca del Campo de Gibraltar para sacar al primer puerto de España en tráfico de mercancías del vagón de cola del intermodal y solucionar parte de la problemática de la conectividad viaria y ferroviaria del enclave. Para 2028, está previsto tener terminadas todas las obras de una infraestructura con trazados con pendientes y curvas que arrastran 132 años de historia.
Las cifras de Transportes, con un paquete de inversiones valorado en 1.775 millones de euros, en el que se incluyen actuaciones fuera de la comarca andaluza, vislumbran una modernización de la conectividad para el enclave, pero no más allá de una mejora en la infraestructura ferroviaria de la línea Algeciras-Bobadilla y su enlace con Antequera, que mantendrá la vía única, pero electrificada y con tercer carril para composiciones de ancho europeo, así como las actuaciones previstas para la composición de trenes de semirremolques P-400. El plan trazado permitirá añadir un nuevo negocio al tradicional de los convoyes de contenedores, reduciendo las limitaciones de carga y aumentando la productividad al poder llevar un mayor número de composiciones.
Por un lado, para la línea ferroviaria entre Algeciras y Bobadilla, un tramo de 176 kilómetros, se destinan actuaciones por valor de 472,7 millones de euros, “con el que se busca dar certidumbre a empresarios y operadores logísticos”, según anunció Óscar Puente el pasado 1 de febrero en el transcurso de una visita al enclave.
Mientras que, para el desarrollo y puesta en marcha de la autopista ferroviaria entre Algeciras y Zaragoza se destinarán 468 millones de euros, permitiendo poner a pleno funcionamiento el corredor de mercancías de 1.074 kilómetros y donde podrán operar trenes de 740 metros.
Por su parte, la optimización de los accesos viarios en el entorno del puerto de Algeciras está cuantificada en 287 millones de euros. Las tres actuaciones globalizan un total de 1.228 millones de euros.
Sin embargo, desde el sector empresarial se reitera la solicitud de una inversión más contundente tras la visita del ministro. La apuesta intermodal por Algeciras se queda corta, a su juicio. Desde el movimiento ‘Quiero Corredor’, que impulsan diversas asociaciones empresariales, se viene reclamando una vía doble en todo el recorrido entre Algeciras y Antequera, en ancho internacional y electrificada, “con la rápida finalización de las obras para el bien del Corredor Mediterráneo, litoral y central, que es una línea común para ambos”.
En esta línea, Manuel Piedra, presidente entonces de la Asociación de Empresas de Servicios de la Bahía de Algeciras (Aesba), ha indicado a preguntas de Transporte XXI que “lo único que podemos valorar de la visita del ministro al puerto es eso, su visita, es decir, que a diferencia de sus antecesores se ha dignado a visitar no uno de los puertos más importantes de España, sino el más importante, porque los números cantan. No es una percepción subjetiva”.
Piedra señala que “escuchar al ministro y su equipo de decenas y centenas de millones, cuando en el Levante y en norte español se habla de miles de millones, realmente es un insulto a nuestra inteligencia”, Además, indicó que “la información dada sobre los plazos ha sido otra patada al balón en este partido que dura como el de aquellos dibujos animados que se llamaban Campeones. Las infraestructuras las llevamos reclamando hace más de cien años y tiempo precisamente es lo que no nos queda y lo que no podemos regalar”.
Por su parte, el presidente de la Cámara de Comercio del Campo de Gibraltar, Carlos Fenoy reclama especial atención para estas demandas que vienen lastrando el desarrollo de la comarca y celeridad en las inversiones, “porque desde el Gobierno central se debe tomar conciencia de nuestras carencias en materia de infraestructuras y la importancia de Algeciras y su puerto como plataforma logística intercontinental”,
Y es que, por el momento, las obras acumulan años de retraso. La situación actual de la línea es que hay obras en distintas fases, en las que se está renovando la vía y colocando traviesas de tres carriles, al tiempo que se construyen vías de aparado para trenes de 740 metros. Entre Lagunas de Campillos y Bobadilla se está a la espera de la aprobación de la declaración de impacto ambiental para iniciar la electrificación.
En este sentido, Josep Vicent Boira, comisionado del Corredor Mediterráneo, ha explicado a a este periódico que, en el tramo entre Algeciras y Bobadilla, “las inversiones que están previstas son importantes para adaptarlo a un tráfico moderno”, matizando que “hay que tener en cuenta que este tramo es difícil, geográficamente hablando, una vía única de 176 kilómetros, con seis pasos a nivel, 15 túneles, 108 puentes y fortísimas pendientes y curvas de radio reducido”.
Proyecto estratégico
Boira indica que “es un proyecto estratégico ya que tanto el Corredor Atlántico como el Mediterráneo nacen en Algeciras y permiten conectar el puerto y su comarca con el corazón de Europa”. El comisionado ha recalcado que “hemos visto con los últimos acontecimientos en el Mar Rojo que ha supuesto una modificación de rutas que es evidente la importancia estratégica de Algeciras”, apuntando que “los desarrollos portuarios en el norte de África nos están apuntando la necesidad de mejorar las conexiones terrestres del puerto de Algeciras”.
Desde su posición, Boira señala que “la electrificación de la línea cambiará el perfil y la utilización” de la misma. “España debe reforzar su estructura ferroportuaria en los tres grandes puertos, Algeciras, Valencia y Barcelona, y en esta perspectiva es en la que se tiene que observar esta actuación que evidentemente enlaza con la de la autopista ferroviaria Algeciras-Zaragoza”, añade.
Por su parte, el presidente del puerto de Algeciras, Gerardo Landaluce, ha instado al Gobierno a actuar con “un golpe de mano” para resolver aspectos como el régimen ETS de derechos de emisión, la viabilidad ambiental del Plan Director de Infraestructuras del enclave, en trámite, y la dotación de una mayor seguridad y operatividad al fondeadero exterior. Gerardo Landaluce ha recordado que quien controla el Estrecho de Gibraltar controla, en parte, el comercio mundial, por lo que ha demandado una política de Estado a Bruselas “que a veces no es consciente de la joya que tiene en el sur”.