La Junta de Andalucía podría estar negociando con la rusa TagAz y la italiana Iveco, la venta de la atribulada compañía andaluza Santana Motor, en otro tiempo fabricante bajo licencia de los Land Rover 88 y 109, después del Santana 2000 y del Suzuki Vitara y más recientemente del Aníbal, una versión a la andaluza de los modelos mencionados de Land Rover, que terminó convirtiéndose en el Iveco Massif, un producto prácticamente restringido al ejército español.
El Ejecutivo autónomo tiene previsto subastar Santana Motor a principios del segundo trimestre del próximo año, en vista de que la opción de compra que se había reservado Iveco cuando ésta firmó el acuerdo con Santana para fabricar el Massif y que caduca a finales de 2010, no parece que vaya a ser ejecutada.
Los trabajadores del fabricante Santana han venido realizando desde hace semanas manifestaciones para presionar a la Junta de Andalucía que luego fueron interrumpidas al conseguirse establecer un calendario de reuniones con la Junta y que no parece que vayan a servir para otra cosa que para prolongar la larguísima agonía de Santana, asociada a un rosario de importantes pérdidas económicas, que sólo en los dos últimos años han sumado cerca de 80 millones de euros.