A la espera de los efectos de la crisis de las hipotecas de alto riesgo, el presidente de Isuzu Motors, Susumu Hosoi, señaló que su compañía había congelado el proyecto de fabricar camiones en Estados Unidos. “Nuestras previsiones sobre la evolución de la demanda de camiones en Estados Unidos no son muy buenas y no vemos que vaya a haber un volumen de ventas que justifique la fabricación local”, añadió Hosoi.
En abril, el constructor japonés anunció que había adquirido unos solares en Birmingham (Alabama) para posibles actividades futuras que incluían la de fabricación de camiones. En noviembre, el propio presidente de Isuzu había señalado ya que los beneficios de su compañía en el primer semestre de 2007, que va del 1 de abril al 30 de septiembre, se habían recortado apreciablemente debido a la contracción de la demanda de camiones en el mercado norteamericano. Las ventas de camiones Isuzu alcanzaron en EEUUs un nivel de 27.000 unidades en 2006 y el constructor japonés había manifestado sus intenciones de desarrollarlas hasta llegar a 50.000 unidades por año, pero la actual coyuntura económica no parece la más favorable para que los nipones logren sus objetivos.
Casi todos los camiones que Isuzu vende en EEUU son importados de Japón, aunque construye algo menos de 5.000 unidades anuales en una fábrica alquilada a General Motors en Janesville (Wisconsin). Isuzu mantuvo una sociedad conjunta en EEUU con Fuji Heavy Industries, el constructor de los turismos Subaru, hasta 2003, en que este último decidió comprar la parte que controlaba Isuzu, quedando Fuji Heavy como único propietario.