Anfac considera que tendría efectos negativos sobre el mercado.
La patronal Anfac muestra su rechazo al proyecto de Ley de Distribución, en trámite parlamentario. Hay que recordar que a principios de año, una enmienda a la Ley de Economía Sostenible fijaba un nuevo marco legal para las relaciones entre los fabricantes de automóviles y sus concesionarios que reportaba considerables mejoras para estos últimos. La reacción de los fabricantes fue tajante, amenazando con cancelar las inversiones e, incluso, cerrar las fábricas españolas y trasladarlas a otros países más interesantes desde el punto de vista de coste laboral, al tiempo que insinuaban un posible boicot al Salón del Automóvil de Barcelona.
La intervención de Industria y la rectificación de los partidos políticos consiguieron que la mencionada enmienda se convirtiera en nonata, tras un proceso sainetesco que ponía en evidencia la falta de seriedad a que han llegado nuestras instituciones. Tras ello, el arbitraje de Miguel Sebastián, ministro de Industria, llevó a un acuerdo unánime para el establecimiento de una Ley de Distribución que contemplara toda la problemática de este sector. Sin embargo, pocos días después, el acuerdo fue puesto en entredicho por Faconauto y Ganvam, las dos principales asociaciones de concesionarios y vendedores.
Desde Anfac se señala ahora que algunas de las enmiendas que se están barajando podrían devolver a las partes implicadas a la situación que desencadenó el último conflicto. Para la patronal, la Ley podría generar un alza de precios en los vehículos, ya que la normativa llevaría a los fabricantes a aprovisionar un cuantioso fondo para indemnizaciones, al tiempo que se elevarían los costes de comercialización.