Los ingresos de explotación de los puertos españoles crecieron un 3,64 por ciento en el primer semestre de 2004. Todo un enfriamiento producto del régimen económico emanado de la Ley de Puertos, que ha rebajado los beneficios de las autoridades portuarias en un 11 por ciento respecto a los resultados de idéntico periodo del ejercicio 2003.
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