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La línea de Grimaldi entre Barcelona y Civitavecchia esquiva la crisis al crecer el 13% en ocho meses

El servicio conjunto del armador italiano y Flota Suardíaz con Livorno se estanca.

El servicio de short sea shipping de Grimaldi Nápoles que enlaza Barcelona y Civitavecchia está logrando sortear la crisis y ha cerrado los primeros ocho meses del año con un avance del 13 por ciento. En cambio, los tráficos de la línea con Livorno que el armador italiano explota con Flota Suardíaz se han estancado hasta agosto

El servicio de short sea shipping de Grimaldi Nápoles entre el puerto de Barcelona y el romano de Civitavecchia se ha librado de la caída generalizada de tráficos que registra la dársena catalana. La línea ha movido 39.000 camiones y remolques hasta agosto de 2009, con un avance del 13 por ciento en comparación con el mismo periodo del pasado año. Incremento aún más valioso teniendo en cuenta que en los primeros ocho meses de 2008 el armador italiano todavía no había culminado la renovación de su flota, que concluyó el pasado otoño y que supuso incrementar un 65 por ciento la capacidad.

El “Cruise Roma”, de 3.000 metros lineales de carga, y su gemelo el “Cruise Barcelona”, los buques que cubren la línea de periodicidad diaria, han alcanzado una ocupación media de alrededor del 70 por ciento. La evolución positiva de este tráfico se debe a que “hemos mantenido a nuestros clientes, no han dejado el barco por la carretera”, y aunque éstos mueven menos volumen, “lo hemos compensado captando más usuarios”, aseguró Antonio Vargas, director general de Grimaldi Logística España, filial del grupo italiano. Grimaldi cuenta actualmente con una cartera de más de 350 clientes que utilizan el servicio.

A pesar de la crisis que está afectando a la automoción, la naviera también ha incrementado el 70 por ciento el transporte de vehículos nuevos, básicamente de exportación para el mercado italiano, que se benefició antes que el español de los programas de ayudas públicas al sector. El armador prevé cerrar el año con un 10 por ciento más de tráfico de camiones y remolques, incremento que “habría sido el doble de no existir crisis”, añadió Antonio Vargas.

La otra cara de la moneda es la línea entre Barcelona y Livorno que explotan conjuntamente, desde hace unos meses, Grimadi Nápoles y Flota Suardíaz. Este servicio, con una periodicidad de tres días a la semana, ha movido 15.000 camiones y remolques hasta agosto, prácticamente la misma cifra que en el mismo periodo de 2008. Con Livorno, “se mueve, básicamente, materia prima o semifacturada para el sector industrial, que está más afectado por la crisis”. Con Civitavecchia, “el tráfico es más variado y hay mucho producto terminado y de consumo”, aseguró el directivo. Ante la situación, el previsto segundo buque para este servicio sigue, por el momento, en el congelador.

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