El sello Efficiency Network, que cumple tres años en 2014, se ampliará a los servicios al buque y el modelo continuará exportándose a otras comunidades portuarias foráneas.
La marca de calidad del puerto de Barcelona, Efficiency Network, cumple tres años en 2014. Se han involucrado 65 operadores y otros 15 están en proceso. La marca, aplicada a los contenedores, se ampliará a los servicios al buque este año. En poco tiempo, el modelo ha sido adoptado por otras comunidades portuarias al otro lado del Atlántico
Efficiency Network, la marca de calidad del puerto de Barcelona, cumplirá tres años en 2014 con 65 empresas certificadas, hasta la fecha, entre transitarias, agentes de aduanas, de transporte por carretera, consignatarias y terminales de contenedores. Esta cifra supone que aproximadamente el 70 por ciento de los contenedores que pasan por la dársena catalana, tanto de importación como de exportación y transbordo, cumplen con los estándares de calidad que exige la marca. Otros 15 operadores están en proceso para lograrla.
El balance “es positivo, aunque nuestro objetivo es contar con el máximo de empresas certificadas”, señala Ramon Rull, jefe de desarrollo de la Marca de Calidad de la Autoridad Portuaria de Barcelona.
Y para seguir creciendo, el sello se ampliará a finales del primer semestre de este año. Efficiency Network se puso en marcha inicialmente para mejorar los procesos más críticos ligados al tráfico de contenedores, comprometiéndose los operadores portuarios a cumplir unos parámetros de calidad con los importadores y exportadores. Ahora, el siguiente paso es involucrar a las empresas relacionadas con los servicios al buque, “adquirir el compromiso con el barco”, es decir, con el naviero o fletador, lo que supone implicar a prácticos, remolcadores, amarradores, servicios auxiliares y consignatarios (de buques), además de Capitanía Marítima.
El objetivo es que la marca de calidad “alcance a todo tipo de barco y, por lo tanto, a todo tipo de tráfico”. Unos servicios al buque más fiables son “una herramienta comercial para atraer más tráficos”, lo que es, en definitiva, la razón de ser de la propia marca de calidad: un instrumento de mejora continua para conseguir un puerto más competitivo. Aunque es difícil de cuantificar cómo se traduce la marca de calidad en nuevos tráficos, lo que sí están comprobando las empresas certificas es que su fiabilidad en la recogida y entrega de mercancías es un 25 por ciento superior a la media del resto de operadores que no tienen el sello o que han incrementado el 30 por ciento la agilidad en el despacho aduanero.
Estas compañías incorporan la certificación a sus argumentos comerciales. Los compromisos desarrollados hasta ahora son, entre otros, que el despacho aduanero con inspección física no dure más de 17 horas hábiles, que la mercancía se embarque en la escala prevista y que el operador cumpla con los plazos pactados con su cliente para la entrega y recogida de la carga.
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