La entidad gestionó en sus almacenes más de 395.000 toneladas, con una caída del 1%.
El Depósito Franco de Bilbao gestionó el pasado año en sus instalaciones un total de 395.242 toneladas, entre entradas y salidas, lo que supuso una ligera caída del 1,2 por ciento, según recoge la memoria de actividad de la entidad. Como dato positivo, el organismo destaca el fuerte crecimiento de la mercancía general, un 18 por ciento, que pasa a representar el 24 por ciento del tráfico. Los graneles sólidos, por su parte, suponen el 53 por ciento del total de los productos que entraron en los almacenes del Depósito Franco, mientras que el 23 por ciento restante corresponde a la manipulación de graneles líquidos.
Por mercancías, más de la mitad del tráfico es lingote de hierro, pese a descender un 19 por ciento respecto a 2011. A continuación se encuentran los productos alimentarios, que descienden un 15 por ciento, seguidos de los aceites industriales, que aumentan un 10 por ciento. Por el contrario, los metales no férricos pierden peso por la caída del 52 por ciento y pasan de representar el 14 por ciento de los tráficos en 2011 a suponer sólo el 8 por ciento el pasado año (ver gráfico adjunto). Los productos que más crecen, en términos absolutos, son el caucho (+12.385 toneladas), la chatarra (+8.430 toneladas), los otros aceites (+7.500 toneladas), el aceite de girasol (+5.500 toneladas), el aceite de soja (+3.150 toneladas) y el plomo (+2.400 toneladas).
También en términos absolutos, los mayores descensos se concentran en el lingote de hierro (-23.000 toneladas), el aceite de colza (-17.600 toneladas), el aluminio (-14.600 toneladas) y el pescado congelado (-2.000 toneladas). En cuanto al origen de las mercancías, la principal procedencia sigue siendo la de países europeos que se encuentran fuera de la UE, con 88.558 toneladas. Un dato que supone el 47 por ciento del total. Porcentaje similar al del año 2010, tras el récord del 54 por ciento registrado en 2011. Le sigue a continuación, con el 20 por ciento del tráfico, los países de la Unión Europea.
El tercer gran mercado para el Depósito Franco de Bilbao es África. Con 31.300 toneladas, esta zona geográfico acapara, por primera vez, el 16 por ciento del tráfico, lo que confirma la tendencia al alza iniciada en los últimos años. De este modo, vuelve a superar, por segundo año consecutivo, al tráfico con el continente americano, que pasa de representar el 8 por ciento a tener una cuota del 11 por ciento, con 21.500 toneladas.
Por último, Asia, con casi 12.200 toneladas, crece ligeramente y supone el 6 por ciento de las entradas de mercancías en las instalaciones de la entidad. Por último, las inspecciones realizadas en el Punto de Inspección Fronterizo, cuya operativa física corre a cargo del Depósito Franco, registran un descenso del 20,6 por ciento como consecuencia de la caída de los tráficos de importación de productos congelados y de agricultura. En concreto, se realizaron un total de 3.547 intervenciones frente a las 4.468 de 2011.
Al mismo tiempo, en el Centro Integral de Reconocimiento Aduanero, donde personal del Depósito Franco presta apoyo logístico a los inspectores de la Aduana, se efectuaron 1.369 inspecciones, un 5,6 por ciento menos que las realizadas en 2011. El Depósito Franco de Bilbao dispone actualmente de once almacenes polivalentes con una superficie de 35.844 metros cuadrados, de los que 34.059 son cubiertos y 1.785 descubiertos. Existen, además, dos instalaciones que también funcionan en régimen de depósito franco: Depósitos Portuarios (Deposa) y Bilbao Atlántico Frío Terminal (BAFT).