El presidente de Anfac, Wayne Griffiths, advierte que las ayudas para vehículos menos contaminantes no funcionan, “no por falta de presupuesto, sino porque el modelo es lento y complicado”.
La movilidad eléctrica no termina de arrancar en España. “Las cosas no van bien”, alertó Wayne Griffiths, presidente de la patronal de fabricantes de automóviles y camiones (Anfac), en el marco de la IV Edición del Foro Anfac, celebrado ayer en Madrid. “Estamos en el furgón de cola de la electrificación en Europa”, reseñó.
Una de las razones principales es que “tanto las ayudas para automóviles como para vehículos industriales más ecológicos no funcionan”, apuntó Griffiths, si bien “no es un problema de presupuesto, sino de modelo de ayudas, que es lento y complicado”. Para el presidente de Anfac es preciso que el Gobierno adopte un sistema de ayudas directas más eficaz y que se consiga explicar “las bondades de los vehículos de cero emisiones”. En este sentido, “es necesario sustituir el plan Moves por un nuevo plan integral más ambicioso”, afirmó.
Al mismo tiempo, Griffiths apostó por una reforma integral de la fiscalidad de los vehículos, que implique acciones como “la reducción del cien por cien del IVA a la compra del vehículo, como se está haciendo en Portugal”. En esta línea, “la fiscalidad es clave y es preciso tomar decisiones valientes, no quedarnos a medias”, valoró.
El directivo avanzó que “el Gobierno ya conoce nuestra propuesta y soy optimista, porque se trata de una oportunidad única para España”. Griffiths resaltó que “queremos seguir siendo el segundo fabricante de vehículos de Europa en el futuro y recuperar cuanto antes el millón de vehículos producidos al año”.
El CEO de Renault Group y presidente de la Asociación Europea de Fabricantes de Vehículos (ACEA), Luca de Meo, incidió en que “tenemos que dotarnos de una auténtica política europea para la industria de la automoción, con un enfoque holístico”. Para el directivo es precisa una visión de 360 grados sobre este asunto ante la competencia de Estados Unidos y China. “Es necesaria una ventanilla única para la normativa del sector”, advirtió.
Además, De Meo apostó por establecer “una diplomacia de la cadena de valor, en la que se contemple todo lo relativo a materias primas, refinado, etcétera”. Al mismo tiempo, el directivo apuntó a la necesidad de que la UE establezca una armonización de las políticas de movilidad de las 200 mayores ciudades de Europa. “Estamos asistiendo a una fragmentación, con cada una de las grandes ciudades con sus propias reglas de juego”, insistió.
Camiones eléctricos
De Meo reconoció que “no estoy seguro de que los camiones eléctricos puedan funcionar” y apostó por otras soluciones como el hidrógeno. En esta línea, aprovechó para poner sobre la mesa una visión “políticamente incorrecta” sobre la electromovilidad, según la cual “la gente y las empresas con más posibilidades económicas se tienen que comprometer y dar el paso”. De hecho, “la prueba más evidente es que los países ricos son los que están apostando más por los vehículos eléctricos”, reiteró.
Por su parte, la secretaria de Estado de Industria, Rebeca Torró, apostó por convertir a España en “el hub de la electromovilidad del sur de Europa”, para lo que será necesario “reforzar la red de puntos de recarga y que crezca al ritmo que aumenta la matriculación de vehículos eléctricos”.
El presidente de Acciona, José Manuel Entrecanales, advirtió que la electromovilidad está inmersa en un círculo vicioso por el que los inversores en puntos de recarga esperan a que haya más presencia de vehículos eléctricos y los compradores de vehículos a que haya más puntos de recarga. “La Administración tiene que ser el elemento que permita romper este círculo vicioso”, señaló. Entrecanales matizó también que en materia de transporte pesado “queda mucho por definir en cuanto a la descarbonización, con los biocarburantes como el HVO que son una solución extraordinaria”.
Mientras, el presidente de Gestamp y de la patronal de los proveedores del sector automoción Sernauto, Francisco J. Riberas, hizo hincapié en que el modelo de globalización tiene sus riesgos desde el punto de vista de la cadena de suministro. Riberas recordó que la relocalización podría reducir parte de esos riesgos. “Es un camino sobre el que se ha hablado mucho, pero no se está avanzando”, se quejó, porque, además, “la relocalización tendría un impacto muy positivo en la huella de carbono”.
Alfonso Sesé, presidente del grupo Sesé, fue el representante del sector logístico en el foro organizado por Anfac. El empresario destacó que “el reto es buscar el equilibrio entre sostenibilidad y sentido económico”. A largo plazo, “debemos tener una normativa que nos permita a todos estar seguros y que exista una herramienta que nos mida de forma totalmente objetiva” en materia de sostenibilidad.
Fiscalidad
Por su parte, el director general de Anfac, José López-Tafall, aseguró en un encuentro con periodistas que “es preciso que la ayuda se cobre en el momento de la compra del vehículo”. Además, “la solución más eficaz pasa por utilizar el sistema fiscal”, añadió.
Tafall reconoció que adoptar una decisión política de este calado “no es fácil, pero tenemos apoyo y hay cierto consenso”, matizó. “Es momento de tomar decisiones valientes, porque si no se intenta no se va a conseguir”, reseñó. En el caso de la futura Ley de Movilidad Sostenible, el director general de Anfac señaló que “nos gustaría que se crease un centro estatal de impulso a la recarga de vehículos de tecnologías alternativas”. Un tipo de centro que “ya existe en otros países europeos y que debería depender del Ministerio de Transportes”, matizó.
En relación con las reivindicaciones más urgentes en materia logística, el responsable de Anfac puso el foco en “conseguir que se apliquen los compromisos en materia de masas y dimensiones de los camiones”, así como que, ante la falta de conductores profesionales “se consigan agilizar los visados para atraer a personas de otros países para que ejerzan la profesión”.
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