La nave que ocupaba Leche Pascual en la terminal del Adif de Madrid- Abroñigal sigue actualmente fuera de uso, dos años después de que se produjese la fuga de la alimentaria con destino al centro de carga aérea del aeropuerto de Barajas, en el que ubicó su nuevo centro logístico a nivel regional. Según señalan fuentes del Adif, siguen “inmersos en un proceso con el objetivo de darles una utilidad concreta”.
La nave que venía ocupando Leche Pascual en la terminal intermodal madrileña tiene una superficie de 16.000 metros cuadrados, pero dejó de tener sentido para la alimentaria cuando decidió anular todas sus operaciones por tren. Pascual llegó a mover 364.000 palets por ferrocarril en el año 2005. El nuevo centro logístico de la compañía en Madrid cuenta con 10.000 metros cuadrados.
Una vez que Leche Pascual abandonó esta nave, Renfe renunció también al derecho de usufructo de las instalaciones al que tenía derecho de conformidad con la Orden Ministerial de Fomento de 19 de septiembre de 2006, por la que se determinan los bienes, obligaciones y derechos pertenecientes a Renfe Operadora. Esta nave se asignaba al operador público en usufructo por un período de 15 años, al que finalmente Renfe renunció.
Además, en la terminal intermodal de Adif de Abroñigal se encuentra actualmente sin utilización otra nave de 8.252 metros cuadrados que se venía empleando para movimiento de paquetería interna y cuyo arrendamiento se licitó hace más de un año sin que finalmente fuese adjudicado. Esta nave se ofrecía por un importe de 1,5 millones de euros por un plazo de cinco años, con una opción de renovación por otros tres años más. La crisis económica y la caída de la demanda de instalaciones logísticas han sido factores clave para que las instalaciones se encuentren sin actividad.
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