La petrolera ocupa 30.000 m2 y dispone de dos naves para almacenar coque y azufre.
Sin ceremonias ni oropeles, la nueva terminal de Petronor en el puerto de Bilbao para el almacenamiento de coque y azufre ha iniciado su puesta de largo tras superar satisfactoriamente las pruebas con carga realizadas en los últimos meses. Así lo confirmaron a este periódico fuentes de la compañía Graneles Sólidos del Norte, participada por los grupos Toro y Betolaza e Ibaizabal, que se hizo con el desarrollo de la infraestructura, así como con la prestación integral de los servicios de operación y mantenimiento y la gestión logística. La instalación, que ocupa una parcela de 30.000 metros cuadrados en el muelle AZ-1 de la zona de ampliación del puerto, da servicio a la Unidad de Reducción de Fueloil, que la petrolera ha puesto en marcha dentro de su refinería, a escasos kilómetros de la dársena.
La terminal cuenta con dos naves de almacenamiento. Una para el coque, de tipo circular -silo domo-, con un diámetro de 112 metros y capacidad para albergar hasta 68.000 toneladas de este producto. Y una segunda, longitudinal, reservada al azufre procedente de las unidades de desulfuración de la planta de la petrolera, con una superficie de unos 5.200 metros cuadrados y capacidad para más de 20.000 toneladas. El muelle conjunto de carga tiene 148 metros de longitud, para barcos de hasta 30.000 toneladas, que pueden llenar sus bodegas en apenas dos días. La estiba del material se realiza mediante una grúa móvil, dotada de la última tecnología para evitar la dispersión de partículas contaminantes. El transporte por carretera del material sólido desde la refinería de Petronor lo realiza el grupo empresarial Montalbán a través de Ancoa XXI, en la que también participan Toro y Betolaza e Ibaizabal.
La compañía gestiona una flota de cerca de 20 camiones, especialmente acondicionados para evitar la emisión de polvos y partículas durante el trayecto. La petrolera estima un tránsito diario de unos 134 camiones, aunque la previsión podría cambiar en el actual escenario de contracción de la demanda. Para ambos productos, la planta marítima dispone de dos puestos de descarga con una capacidad de 250 toneladas. Como ya avanzó este periódico, los primeros camiones con carga entraron a principios de este año en las dos naves de almacenamiento de coque y azufre para realizar los ajustes necesarios y validar que estaba listo todo el circuito operativo. Las obras, con una inversión próxima a los 20 millones de euros, se adjudicaron a la ingeniería asturiana PHB, del grupo TSK.