Aunque Baleària ha incrementado el 51% su capacidad, no se ha compensado la desaparición de Iscomar y falta espacio en horario nocturno de la temporada alta.
La oferta de bodega para carga rodada entre el puerto de Barcelona y Baleares ha bajado casi el 15 por ciento en dos años. Aunque Baleària ha incrementado el 50,8 por ciento su capacidad, no ha acabado de compensar la desaparición de Iscomar. Trasmediterránea ha mantenido la política de contención que inició el pasado año
La oferta de bodega para carga rodada entre el puerto de Barcelona y Baleares ha bajado por segundo año consecutivo en temporada alta. De los 79.715 metros lineales a la semana que ofrecían desde Barcelona las tres navieras que operaban con las islas hace un año -Trasmediterránea, Baleària e Iscomar- se ha pasado a los 72.629 metros lineales actuales, el 8,9 por ciento menos, que suman las dos primeras.
En dos años, 2009 y 2010, la oferta de bodega de las navieras se ha reducido en 12.753 metros lineales, lo que supone casi un 15 por ciento menos. Ante la caída de la demanda que persiste este año, aunque no de la magnitud del pasado, los dos armadores que se han quedado operando estos tráficos, Trasmediterránea y Baleària, han optado por estrategias opuestas.
El primero ha mantenido la política de contención que emprendió en 2009 ante la crisis. Por su parte, Baleària ha apostado por un fuerte incremento de la capacidad, sin llegar a compensar la desaparición de Iscomar, perteneciente al fallido grupo marítimo de Andrés Seguí, Contenemar. La naviera presidida por Adolfo Utor Martínez ha pasado de ofertar 19.885 metros lineales en 2009 a 33.000 este año (ver primer cuadro), lo que supone un incremento del 50,8 por ciento, es decir, 13.115 metros lineales más. Y ello se debe a que de los cinco buques que cubren sus servicios con Baleares, tres son las nuevas unidades del armador, el “Martin i Soler”, el “Alhucemas” y el “Abel Matutes”.
A la naviera le pilló la crisis con los nuevos buques en los astilleros de construcción naval. Baleària ha llevado a cabo un plan de renovación de flota, en el que ha invertido más de 350 millones de euros, y tres de las cuatro nuevas unidades las ha destinado a sus tráficos entre Barcelona y Baleares. Por su parte, Trasmediterránea mantiene la misma estrategia que emprendió el pasado año cuando eliminó frecuencias ante la caída de la demanda y prácticamente sigue con igual capacidad, 39.620 metros lineales, el 1,4 por ciento menos que en 2009.
Eso sí, la naviera ha perdido parte de su hegemonía en los tráficos con las islas: si sumaba tradicionalmente alrededor de la mitad de la oferta y el resto se lo repartían la desaparecida Iscomar y Baleària, ahora esta última ha acortado distancias con los nuevos buques y representa el 45,4 por ciento del total de la oferta (el 24,9 por ciento en 2009). El tráfico entre el puerto de Barcelona y Baleares sigue sin dar signos de recuperación, aunque ha frenado la fuerte caída que registró en 2009. La dársena catalana ha movido 1,59 millones de toneladas de mercancías con las islas en los primeros cinco meses del año, lo que supone un retroceso del 3 por ciento en comparación con el mismo periodo de 2009, cuando la caída fue del 22,4 por ciento. Lo que no levanta cabeza es el tráfico de contenedores con un descenso del 42 por ciento, hasta los 15.890 TEUs.