Rechaza la actual propuesta de la Comisión tras advertir que no mejora la competitividad de los puertos y ralentiza su desarrollo.
La Organización Europea de Puertos (ESPO), carga duramente contra la política portuaria de la CE. La patronal, muy crítica, rechaza la actual propuesta de la Comisión tras advertir que “no mejora la competitividad de los puertos” y “ralentiza su desarrollo”, al “intervenir la libertad comercial de los puertos y sus autoridades”
La Organización Europea de Puertos (ESPO), carga duramente contra la propuesta de la CE en materia portuaria tras asegurar, de forma contundente, que “los puertos necesitan una política que les refuerce frente a los retos futuros en lugar de una política que les hunda”. La patronal reconoce que la proposición aborda aspectos para asegurar condiciones favorables al remarcar la transparencia en la financiación de los puertos o reconocer la libertad para proveer servicios portuarios.
Sin embargo, considera que la Comisión socava estos principios al intervenir la libertad comercial de los puertos y las autoridades para alterar las tasas, marcar la estrategia con los clientes o proponer la creación de un cuerpo supervisor independiente. “Celebramos el hecho de que la CE está considerando a los puertos europeos como motores del crecimiento. De hecho, se enfrentan a numerosos retos: crecimiento en los volúmenes, buques de mayores dimensiones, mayor globalización y una mayor presión social y medioambiental.
Para ello, necesitan una política que les refuerce frente a estos retos, en lugar de crear unas reglas que incrementen las cargas administrativas sin ninguna contraprestación para el sector o los usuarios”, asegura Isabelle Ryckbost, secretaria general de la ESPO. La patronal, en este sentido, insiste en que la actual propuesta de la comisión ralentiza la buena marcha de los puertos. La organización recuerda que la diversidad del sector portuario europeo hace imposible aunar todos los puertos y sus cuerpos administrativos en un marco legal estricto, sin tener en consideración los roles particulares que juegan respecto de su economía nacional o regional.
Además, la patronal advierte que al restringir la libertad comercial de las autoridades portuarias de la Unión Europea, así como en las competencias de gobierno de los puertos, la propuesta de regulación podría frenar la transición necesaria de las autoridades portuarias europeas hacia su dinamización como proveedores portuarios y empeorar la posición de aquellos puertos que ya se encuentran en los máximos niveles de calidad.
Por último, la Organización Europea de Puertos apunta que no ve esta regulación portuaria como un instrumento que mejore la competitividad de los puertos y enumera otros factores que sí pueden mejorar el servicio del sector portuario, como el mercado interno de transporte marítimo, las reglas medioambientales que afectan a los modos de transporte, la competencia desleal con terceros países y los excesivos procedimientos aduaneros.