La amortización de préstamos suscritos para la renovación de flota puede estrangular a los armadores nacionales, que se han gastado 3.200 millones en los últimos años.
Anave solicitará a Economía ayudas del ICO para hacer frente a la crisis crediticia que vive el sector, que tiene un uso intensivo de capital, tanto en nuevas construcciones como en circulante para las transacciones comerciales. Según Anave, “vamos a sufrir tensiones de tesorería y el ICO puede ayudarnos a aliviar esa situación”
La Asociación de Navieros Españoles (Anave), que preside Juan Riva, solicitará al Ministerio de Economía y Hacienda ayudas del Instituto de Crédito Oficial (ICO) para que los armadores nacionales puedan hacer frente a las crisis financiera que afecta directamente a este sector, que tiene un consumo intensivo de capital, tanto en inversiones en nuevas construcciones de barcos como en circulante. Según Riva, “el principal problema con el que se pueden encontrar las navieras es con la amortización de los créditos. Y así se lo vamos a trasladar a David Vegara, secretario de Estado de Economía, para que destine ayudas del ICO a nuestro sector”.
Como ya adelantó TRANSPORTE XXI en su edición del pasado 1 de octubre, los navieros españoles destinarán 2.400 millones de euros en 25 nuevos buques hasta el año 2011. Pero más preocupante que el gasto comprometido es la inversión que ya ha realizado el sector tirando de crédito bancario. En concreto, entre 2003 y 2008, los armadores han recibido 37 barcos, en los que se han gastado 3.200 millones de euros, una inversión que es fácil adivinar está aún sin amortizar, sobre todo por parte de aquellos navieros dedicados a los tráficos cautivos, una parte importante de los mismos.
Por ejemplo, Acciona Trasmediterránea, que tenía una opción para construir un cuarto buque ro ro en la grada de Navantia en Puerto Real, no ha ejecutado la misma con motivo de la recesión económica, según confirmaron fuentes de la compañía. Otra cosa son los armadores que operan en el mercado internacional, que han vivido una época de bonanza y han podido acelerar la amortización de sus inversiones, aunque estos son una minoría. “La financiación es el tema clave del sector. Las empresas que tengan barcos nuevos, con un gran carga financiera, van a sufrir tensiones de tesorería muy grandes y es necesario aliviar esa tensión. El ICO tiene una vía de ayudas para las empresas que estén vinculadas al comercio exterior.
Y entendemos que el engranaje del comercio exterior pasa por la navieras españolas”, sostiene Riva, que ya ha informado a Fernando Palao, secretario de Estado de Transportes, de la reunión solicitada con Vegara. “A nivel internacional -continúa el presidente de Anave-, está ocurriendo lo que hacía muchos años que no pasaba. Los armadores están arrumbando los barcos. Hay puertos en el Báltico donde no hay sitio para atracar los buques porque ya están llenos.
Esto era impensable hasta hace unos pocos días porque faltaban barcos. Y fletamentos que tenías en time charter, te los están devolviendo uno detrás de otro, buscando la fórmula para romper las pólizas. Estamos volviendo a la misma situación que cuando la crisis de los petroleros. Si es que hay armadores que están cancelando barcos que tenían contratados en astilleros de Corea y China, perdiendo hasta dos efemérides ya pagadas. ¿Por qué? Prefieren perder ese capital; si no se arruinan”, concluye Juan Riva.