Estados Unidos advierte de la urgente necesidad de espacio para alojar a los vehículos destinados a flotas y concesionarios.
Entre los muchos efectos que ha traído el Covid-19 para todas las esferas de la economía, la logística de automoción se encuentra con un serio problema que, en tiempos anteriores, no se podía dar: la falta de espacio para el depósito de los vehículos previstos para la distribución y no confirmados en la compra.
Según los principales distribuidores de vehículos terminados estadounidenses existe “una gran necesidad de espacio” de almacenamiento por la paralización de las entregas y la acumulación de vehículos finalizados en manos de los distribuidores finales.
Flotas de alquiler, concesionarios o empresas de gestión de flotas han paralizado la recepción de vehículos, debido a la crisis del coronavirus y la paralización de las ventas, al tiempo que los fabricantes no han podido frenar la producción de vehículos a tiempo para la primera entrega del producto a los distribuidores iniciales.
Como ha señalado la empresa Acertus, especializada en la distribución de vehículos terminados en Estados Unidos, la situación está llevando a muchas empresas a “almacenar vehículos nuevos en zonas no seguras” debido a la caída en la aceptación de entregas por parte de las empresas de alquiler o por el cierre temporal de los concesionarios. Los proveedores de campas de almacenamiento seguras y de zonas logísticas de las principales ciudades estadounidenses se encuentran saturadas.
Del mismo modo, centenares de camiones de distribución de vehículos se encuentran estacionados en sus bases, pero también en todo tipo de aparcamientos, lo que ha empezado a suponer un problema de seguridad. “Los ladrones buscan equipos que no se muevan y nuestra industria ha visto una bajada de la carga, lo que significa que se estacionan más equipos, por más días a la vez” han advertido fuentes de la Asociación Americana de Autopatronos (AHAA).
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