El complejo, que se asentará en la Ciudad del Transporte de Pamplona, proyecta suministrar combustible procedente del biometano a un centenar de camiones vinculados a la instalación y a unos 70 autobuses urbanos de la comarca.
La futura planta de tratamiento de residuos de Navarra, impulsada por la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona, proyecta generar gas natural para alimentar al centenar de camiones vinculados a esta instalación, así como a unos 70 autobuses de transporte público de la comarca. Esta instalación se asentará en una parcela de más de 100.000 metros cuadrados situada en la cuarta fase de la Ciudad del Transporte de Pamplona, tras una inversión de cerca de 60 millones de euros.
El anteproyecto de la planta de residuos de Imárcoain, diseñado por la unión temporal de empresas formada por Resa Fichtner y LKS Krean, contempla impulsar el gas natural en el transporte, a través del aprovechamiento del biometano producido con la basura generada en la Mancomunidad de la Comarca de Pamplona.
La nueva planta de residuos en la Ciudad del Transporte de Pamplona, que contempla su entrada en funcionamiento a partir de 2023, seguirá la estela de las instalaciones de Valdemingómez, en Madrid, que proporcionan el suministro de biogás a unos 450 camiones de recogida de basuras, así como a parte de la flota de autobuses urbanos de la capital.
Las asociaciones navarras del transporte y la logística, Anet y Tradisna, mostraron su rechazo al proyecto para instalar en la cuarta fase de la Ciudad del Transporte de Pamplona una planta de residuos al considerar que “supondrá trabas a la implantación de nuevos operadores y hará que el precio del terreno se deprecie”.