Cimalsa lleva al Ayuntamiento de L’Arboç, que se opone frontalmente al proyecto, al Contencioso-Administrativo por recalificar unos terrenos que afectan a la terminal.
Cimalsa, que promueve el centro intermodal Logis Penedès, ha presentado un recurso Contencioso- Administrativo contra la recalificación de unos terrenos en L’Arboç (Tarragona), que afectan al desarrollo de la terminal ferroviaria incluida en la plataforma, que se proyecta en el cruce estratégico de los corredores del Ebro y del Mediterráneo
El proyecto de Logis Penedès, una gran plataforma intermodal en el cruce estratégico de los corredores del Ebro y del Mediterráneo, es un paradigma del rechazo que este tipo de infraestructuras genera en los territorios donde se planean, en este caso, en los terrenos de cuatro municipios de la provincia de Tarragona.
El Ayuntamiento de L’Arboç, el más afectado por el proyecto, ha recalificado un terreno de uso rústico en industrial para ampliar el polígono que hay en la zona, lo que condiciona el desarrollo de la terminal ferroviaria contemplada en la plataforma. La superficie recalificada, próxima a la actual estación de Renfe, es insignificante cuantitativamente, menos de dos del total de 177 hectáreas destinadas a la plataforma.
Cualitativamente es importante: “impediría desarrollar una terminal ferroviaria de standard europeo para convoyes de hasta 750 metros”, señala Ignasi Ragàs, director general de Cimalsa, la empresa pública que promueve Logis Penedès. Cimalsa ha presentado un recurso Contencioso- Administrativo contra la recalificación “porque consideramos que no se puede ampliar el polígono industrial existente con el Plan Territorial vigente”. De no prosperar el recurso, “el proyecto se complicaría, pero no lo condicionaría en su totalidad, lo haría más difícil y caro”, añade Ragàs.
La Administración autonómica tiene la vía de la expropiación, pero no es lo mismo pagar por un terreno de uso rústico que industrial. “Aunque nos oponemos a Logis Penedès, nuestro objetivo con la recalificación no es bloquear el proyecto, sino regularizar urbanísticamente una situación”, señala el alcalde de L’Arboç, Carles Ribé. Sin embargo, el edil reconoce que hay poca actividad en el actual polígono y que la recalificación para ampliarlo no responde a una falta de espacio. La Comisión de Urbanismo de Cataluña aprobó este verano en fase inicial el Plan Director de Logis Penedès, incluido en la red básica del Plan Estratégico para el Impulso del Transporte Ferroviario de Mercancías del Ministerio de Fomento.
La infraestructura generaría 5.770 puestos de trabajo directos y 425,6 millones de euros anuales al PIB catalán, según un estudio de la Universidad Rovira i Virgili. La inversión pública se estima en 126,7 millones de euros y la privada en 344,9 millones. “No es el futuro”, asegura el alcalde de L’Arboç. Patronales y la Cámara de Comercio apuestan por una infraestructura de este tipo por la diversificación que supone en una zona especialmente golpeada por la crisis por su dependencia de la construcción.
Logis Penedès, una patata caliente desde 2001
Logis Penedès arrancó con el Gobierno de CiU en 2001. La idea inicial era crear un gran puerto seco de más de 200 hectáreas de superficie. El proyecto fue rechazado frontalmente por los ayuntamientos afectados y entidades ciudadanas. Con la llegada del primer Tripartito, el proyecto se redujo, pero no fue suficiente para acallar las protestas, y no se sacó adelante.
El segundo Tripartito se comprometió a partir de cero y consensuarlo con el territorio. Esto último no ha sido posible, aunque el Plan Director incluye espacios protegidos. CiU aseguró en la última campaña electoral que también lo consensuaría, y en ello confían los que se oponen. El nuevo Gobierno deberá decidir si echa marcha atrás o no. El calendario era iniciar obras en 2013 y acabarlas en 2015.