Tras prorrogarse 12 meses, hasta septiembre de 2014, no se podrá seguir aplicando temporalmente en las carreteras catalanas de no existir una norma de ámbito nacional.
La experiencia piloto de permitir las 44 toneladas por las carreteras catalanas ha evolucionado de menos de un centenar de viajes en enero de 2013, cuando se empezó a aplicar, a casi los 1.500 recorridos un año después. La medida, prorrogada en septiembre doce meses, no podrá seguir en vigor temporalmente con la normativa vigente
El primer año de la entrada en vigor de la normativa del Gobierno de la Generalitat que permite la circulación temporal de camiones de hasta 44 toneladas por las carreteras catalanas se salda con una media de unos 1.500 viajes, 390 empresas habilitadas y 2.404 vehículos registrados para hacer este transporte el pasado enero. Se trata de una clara evolución desde que se empezó a aplicar la experiencia piloto, cuando no se llegó ni al centenar de recorridos en enero de 2013. En los tres últimos meses, entre octubre y enero, el número de empresas registradas ha crecido el 32 por ciento y los vehículos se han incrementado incluso más, el 44 por ciento.
Utilizan este tipo de transporte grandes cargadores, como Leche Pascual, Damm o Mercadona, que suelen contar con proveedores fijos de transporte. El balance “demuestra que las 44 toneladas son una demanda del mercado”, señala el director general de Transportes y Movilidad, Pere Padrosa, a TRANSPORTE XXI. Si la medida fuera generalizada en toda la Península, las operaciones en Cataluña “no crecerían de forma desmesurada” porque tampoco hay tantos cargadores con capacidad para llenar un camión completo.
La experiencia piloto de permitir transportar 44 toneladas por las carreteras catalanas, cuatro más que la normativa vigente en el resto de España, debía durar inicialmente nueve meses, hasta el pasado septiembre. Entonces, la Generalitat acordó prorrogar la medida un año más con el rechazo frontal de las asociaciones del sector, que habían pedido la supresión de la prueba, como ya publicó este periódico.
A partir del 30 de septiembre de 2014, “no puede haber, a priori, una segunda prórroga” con la normativa vigente, es decir, tendría que convertirse la medida en definitiva. Y para ello, hay dos opciones: modificar la Ley de Tráfico nacional, asunto dormido, por el momento, tras la polémica generada hace unos meses, o que la Generalitat pidiera a Bruselas, vía Madrid, aplicar con carácter permanente la medida, lo que tampoco parece tarea fácil. Para cargarse de argumentos y lograr que perdure la experiencia, “debemos llegar a una concertación con el sector”.
No resultará fácil que el transporte catalán bendiga las 44 toneladas, recurridas por el Comité Nacional. Según el sector, no se han cumplido los compromisos acordados en su día. El principal incumplimiento, pagar más por transportar más. “Tenemos constancia de que el origen (cargador) está pagando por las 44 toneladas, lo que no sabemos es si, en la cadena de subcontratación, llega al transportista efectivo”, añade Pere Padrosa.
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