La importación se para y el transbordo inicia una peligrosa etapa de contracción, mínimamente animada por volúmenes de Tánger.
La renovación del convenio colectivo de Sevasa, la sociedad de estiba del puerto de Valencia, se desatasca tras un año de andadura del comité de empresa que lidera el sindicato Coordinadora, ante el frenazo que ha dado el tráfico en el último trimestre. La importación se paró y el transbordo inició una peligrosa etapa de contracción
La renovación del convenio colectivo de Sevasa, la sociedad de estiba del puerto de Valencia, se desatasca al cumplirse el primer año de andadura del comité de empresa que lidera el sindicato Coordinadora. Al cierre de esta edición, se producía una reunión entre sindicatos, representantes de las empresas estibadoras y Sevasa, en la que se acordaba “configurar una mesa de trabajo que sirva para confeccionar una plataforma con el objetivo de negociar el convenio colectivo”.
El comité de empresa de Sevasa tenía previsto reunirse el 15 de diciembre para iniciar el proceso, tras un periodo de críticas por parte de sindicatos minoritarios como CGT que afirmaban que “después de un año se sigue dando cancha a las peticiones individuales de cada empresa que ponen en marcha acuerdos y los dejan en suspenso a su antojo, mientras no sabemos nada del convenio”.
Por su parte, fuentes empresariales aclaraban que hasta el momento “no ha habido denuncia formal del convenio, ni por una parte, ni por otra”, aunque el presidente del puerto de Valencia, Rafael Aznar, matizaba, al cierre de esta edición, que “van a empezar las discusiones serias por el convenio y hay que racionalizar, ya que es posible ajustar los costes sin necesidad de tocar los salarios”, advirtiendo que “el puerto tiene que ser globalmente competitivo”, solicitando a los agentes sociales “estabilidad, compromiso, unión y diálogo para atraer más carga y así generar más empleo”.
El gran objetivo de las estibadoras es lograr reducir los costes de las operativas para salvaguardar la competitividad del puerto de Valencia en clara sintonía con las peticiones de la Autoridad Portuaria y del primer cliente de la dársena, la naviera suiza MSC. En concreto, las estibadoras persiguen una optimización de los relevos del personal, el aprovechamiento de las seis horas de trabajo efectivo, la utilización de camiones en todas las manos o resolver la problemática que se vive con los dobles continuos.
Y todo en un escenario de incertidumbre, alterado por los últimos indicadores conocidos. La importación frena el desarrollo de la dársena por la contracción en la demanda interna, mientras que el transbordo ha iniciado una peligrosa etapa de contracción, minimamente animada por volúmenes desviados del puerto de Tánger. Los gastos salariales por contratación de personal de Sevasa ascendieron a 123 millones en 2010. La sociedad mantuvo una plantilla fija de 1.256 trabajadores. Durante 2011, los estibadores obtendrán un incremento salarial del 3,2 por ciento.
Tirón de la exportación
La exportación de contenedores llenos logra un aumento del 9,2% hasta octubre, con un tráfico de 502.355 TEUs. El tráfico de vacíos en exportación sufre un descenso del 15% con 357.803 TEUs.
La importación de contenedores llenos se mantiene estable con un aumento del 0,47%y un tráfico de 478.199 TEUs. El tráfico de vacíos en importación logra un aumento del 10% con 410.817 TEUs.
El transbordo inicia una etapa de ralentización, con un aumento del 4,8% y 1.846.563 TEUs.
El import-export cayó un 9% en octubre respecto al mismo mes de 2010 y el transbordo sufrió un decenso del 11 por ciento.