La Fundación Francisco Corell, cuyo patronato preside Miguel Ángel Ochoa, realizó el pasado 7 de mayo en Valencia una jornada sobre la aplicación del reglamento 561/2006 y el tacógrafo digital y su impacto en las empresas españolas de transporte. El encuentro acogió una mesa empresarial, en la que Jaime Agramunt, presidente de la comisión de transportes de la Cámara de Valencia, señaló que “empieza a ser necesario un máster para conducir un camión”, ya que las actuales normativas “son un lazo al cuello del transporte por carretera”, matizando que “la rigidez de la normativa nos está poniendo la soga y no vamos a poder repercutirlo en los precios en lo que no sólo es una pérdida de competitividad del sector del transporte, sino de todo el territorio, ya que España es un país periférico”.
Por su parte, Juan José Arnedo, Administrador de Armesa Logística, señaló que “la aplicación de la directiva ha supuesto una pérdida de productividad impresionante. De cuatro viajes a Alemania a la semana ahora sólo se pueden hacer dos, de 12.000 kilómetros hemos pasado a 8.000”, matizando que “debemos llegar a un catarsis, ya que estábamos infringiendo y tenemos que decírselo a nuestros clientes”, concluyendo que “ante el nuevo marco debemos ser inteligentes y establecer una nueva relación social con los trabajadores y establecer cuáles son nuestros derechos”.
Por último, Pedro Conejero, Consejero Delegado de Transportes Caudete, inició su intervención señalando que “los datos económicos nos sorprenden cada día a peor. No vamos a conseguir nada si no lo hacemos a nivel europeo de la mano de los sindicatos”, matizando que “queremos ir a la flexibilidad dentro del cumplimiento” y reconoció que “hemos engañado al mercado y tenemos que reajustar los precios un 30 por ciento al alza”. Conejero solicitó una mayor tolerancia en los servicios de inspección y “sancionar a quien utiliza la transgresión como elemento de competitividad”, concluyendo que “es una angustia total tener a conductores que van con cronómetro”. Por último, Miguel Angel Ochoa calificó de “auténtico bodrio” la directiva europea de tiempos de conducción y descanso.