La fuerte contracción de la demanda pasa una gruesa factura al fabricante, que sólo logró llegar a las 36.807 unidades durante el pasado año, frente a las 66.516 de 2008.
El fabricante sueco Scania ganó un 87% menos en 2009, con unos beneficios netos de 1.129 millones de coronas suecas (109 millones de euros), aunque logró sanear sus cuentas tras el susto de las pérdidas registradas en el segundo semestre del año. No obstante, el descenso del 45% en sus entregas de camiones demuestra que la situación sigue siendo delicada
El presidente ejecutivo de Scania, Leif Östling, comenzó la presentación de los resultados financieros de su compañía dándose por contento con anunciar unos beneficios netos de 1.129 millones de coronas suecas (109 millones de euros), un 87 por ciento menos que en 2008, que permiten salvar un ejercicio desastroso para el sector. La contracción del 45 por ciento en las entregas de camiones del fabricante sueco de vehículos industriales, que sólo consiguió llegar a 36.807 unidades en 2009, frente a las 66.516 de 2008, evidencia la gravedad de la situación. “Aunque hemos reducido mucho los costes, no ha sido bastante para compensar la caída de las ventas”, señaló Östling.
Por lo que se refiere a la cartera de pedidos, los 33.008 de 2009 estuvieron un 25 por ciento por debajo del nivel de 2008, aunque Östling destacó que en el cuarto trimestre del año pasado se había producido un aumento importante con respecto al mismo período de 2008, entrando 13.884 nuevos pedidos frente a los 2.423 de entonces. En el campo de la facturación por la red de servicio posventa, el presidente ejecutivo de Scania señaló que se había producido un descenso del 10 por ciento en 2009 como consecuencia de que los transportistas habían reducido sensiblemente el kilometraje de sus vehículos.
“No obstante, la posventa ha ayudado a que los beneficios del grupo no cayeran tanto”, matizó Östling, que señaló que los talleres oficiales de la marca sueca reparaban ya no sólo los camiones, sino también sus remolques, semirremolques y superestructuras. La producción cayó un 55 por ciento en 2009 y el presidente ejecutivo de Scania lamentó que, en esta materia, se haya vuelto a una situación de mediados de la década de los 90. Como se sabe, a finales de 2009, Scania renovó el acuerdo firmado en junio de ese año con los sindicatos para mantener el empleo, pero recortando la semana laboral a sólo 4 jornadas, extendiendo dicho acuerdo al primer semestre de 2010.
Asimismo, Scania suspendió los aumentos de salarios acordados con los sindicatos, pero eso no quiere decir que los haya cancelado. “Teníamos un compromiso adquirido con nuestros trabajadores y habrá que ver cuándo podemos cumplir con él”, añadió Östling. Haciendo balance del comportamiento de los mercados durante 2009, Östling dijo que la actividad fue muy baja en Europa y que hubo una buena tendencia en Suramérica, recuperándose también algunos mercados de Asia. “Aunque en el sur de Europa las cosas fueron bastante mal, en Suramérica tenemos ahora más pedidos que capacidad de producción”, comentó el presidente ejecutivo de Scania, que reconoció que los márgenes se habían resentido mucho en algunos mercados.
Respecto a los camiones en “stock”, Scania redujo bastante sus existencias de nuevos durante el cuarto trimestre de 2009, aunque Östling reconoció que los camiones nuevos que llevaban más de seis meses en “stock” habían tenido que venderse como usados con cero kilómetros. “Los 200 camiones nuevos que nos quedan en Rusia sin vender no representan un problema importante y ahora contamos con un sistema flexible de producción que nos permite adaptarnos fácilmente a la evolución de la demanda”, añadió. También bajaron bastante las existencias de usados en el último semestre de 2009 y el presidente ejecutivo de Scania manifestó que su compañía no tenía tanta exposición a las operaciones de recompra como otros de sus competidores.
Con vistas a lo que puede deparar 2010, Östling dijo que el primer semestre será comparable al mismo período de 2009 en cuanto a producción. En el plano de las ventas, reconoció que la dificultad de hacer un pronóstico estaba en que como la crisis se produjo cuando se habían alcanzado unos niveles altísimos de producción, el problema ahora era confirmar si realmente habíamos tocado fondo. Jan Yttenberg, director financiero de Scania, destacó que se había reducido en 2009 el endeudamiento neto a menos de la mitad de lo que había al cierre de 2008 y reconoció que muchas de las inversiones previstas se habían pospuesto salvo que fuesen estrictamente necesarias, añadiendo que esta situación iba a mantenerse por ahora.