La UTE, formada por Acciona, Jan de Nul y Bertolín, empezará la construcción tras el verano entregando la primera fase del muelle a finales de 2026 para que MSC pueda urbanizar los espacios en el puerto de Valencia.
“Cada día que pasa sin la terminal norte es un día que se nos escapan volúmenes a otros puertos”, reconocen transitarios consultados por Transporte XXI, “y más con la actual situación de congestión en la que estamos por los desvíos del mar Rojo”.
Los mismos empresarios se congratulaban de la decisión tomada ayer por el consejo de administración de la Autoridad Portuaria de Valencia, que preside Mar Chao, de formalizar la adjudicación del contrato para la ejecución de las obras del muelle de contenedores en la ampliación norte al compromiso de UTE formado por Acciona Construcción, la belga Jan de Nul y la valenciana Grupo Bertolín, en su oferta variante.
Un contrato por valor de 591 millones de euros, que debe activar las obras de una actuación que se ejecutará contra el reloj, y a la que afectó un bloqueo político que “es inexplicable”, indican estos medios. “El horizonte ya está despejado, que empiecen las obras y vamos a ver cómo aguantamos para seguir creciendo durante los próximos tres años”, matizaban.
Hay que recordar que, a finales del pasado año, el presidente de MSC España confesaba a preguntas de Transporte XXI que el bloqueo político que sufrió el proyecto de terminal ha supuesto un desvío de tráficos de la compañía a otros puertos. Ahí están los volúmenes trasladados a Gioia Tauro, Barcelona, Tarragona o Málaga en los últimos tiempos.
Francisco Lorente ya advirtió, en aquel momento, que la terminal actual de la naviera en Valencia “tiene aún 20 años de vida útil y para el tráfico import-export cubriría nuestras necesidades, pero tenemos un plan de negocio para 5 millones de TEUs”.
Y es que MSC tiene “atrapada” en Valencia la mitad de su volumen de negocio en España, cifrado en 3 millones de TEUs anuales, en la terminal pública de la ampliación sur que manejan las navieras Cosco y CMA CGM, por lo que la naviera lleva años queriendo buscar un mayor confort, ya que “no tiene sentido trabajar en el seno de nuestros competidores”. Por ello, el objetivo de MSC es tener la terminal “lo antes posible” para “situar en Valencia nuevos volúmenes” de su emergente flota de buques de más de 24.000 TEUs.
Arranque de las obras
El objetivo de la UTE, que lidera Acciona, es empezar las obras tras el verano, previsiblemente, en octubre, dentro de una actuación que tendrá un plazo máximo de duración de 58 meses, si bien la Autoridad Portuaria dará una prima económica a las constructoras de hasta 1,8 millones de euros si la entregan con mayor prontitud.
A este contrato habrá que sumar toda la obra civil en el relleno y urbanización del muelle, así como la puesta en marcha de los equipos, que tendrá que efectuar TIL, el brazo de terminales de MSC, una vez que el puerto vaya entregando espacios a la concesionaria.
El gran objetivo de la dirección del puerto es poder entregar una primera fase de un kilómetro de muelle en un plazo máximo de 24 meses desde el inicio de las obras. Si no hay problemas de recursos con la adjudicación, MSC podría recepcionar una primera fase del muelle para iniciar las obras de relleno del mismo el último trimestre de 2026 y empezar a ubicar sus equipos a partir de 2027. La llegada del primer buque sería posible en 2028.
Con ello, el Puerto de Valencia completa el círculo de la tramitación de la ampliación, que fue iniciado con el proyecto de las obras de abrigo culminado en octubre de 2012 tras cuatro años de obras y una inversión de 203,6 millones de euros. Doce años después se pondrá en marcha el muelle donde se asentará terminal de TIL, la compañía de Grupo MSC, el principal cliente del enclave y en el que la dirección del Puerto de Valencia tiene depositada “una gran confianza para situar al enclave entre los tres primeros de Europa en el negocio del contenedor”.
Inyección económica
Hablamos de una actuación, como reflejan los informes económicos realizados por la Autoridad Portuaria de Valencia que soportan el proyecto, a los que ha tenido acceso Transporte XXI, que permitirá al enclave unos ingresos de 338 millones de euros en las tres próximas décadas realizando esta inversión de 650 millones de euros. Supone un retorno de mil millones de euros, con un ingreso medio anual neto, descontada la inversión, de más de 10 millones de euros para las arcas del enclave, con una tasa de descuento del 3 por ciento, según las citadas previsiones. El Puerto de Valencia estima que la instalación automatizada de TIL ofrecerá una rentabilidad económica de más de 6.600 millones de euros en las tres próximas décadas, bajo las banderas de la sostenibilidad y la productividad.
Terminal sostenible
La instalación permitirá atender a los buques de más de 24.000 TEUs, aumentando en 5 millones de TEUs la capacidad del puerto. La actuación “promoverá la competencia entre el resto de terminales del propio puerto, lo cual redundará positivamente sobre sus usuarios”, indican desde el organismo. El objetivo es lograr un movimiento medio superior a 2.500 TEUs anuales por metro lineal.
El muelle de la terminal tendrá una única alineación, con 1.970 metros lineales y un calado de 20 metros, con 137 hectáreas de superficie operativa, con un ancho de 700 metros. Con este planeamiento de terminal, la instalación podrá simultanear la escala de un total de cinco buques y tener un área de intercambio con el ferrocarril. Junto al muelle principal, se construirán dos auxiliares, de 315 y 405 metros, con calado de 14 metros. La actuación completa, junto a la inversión de la concesionaria TIL, división de terminales de Grupo MSC, superará los 1.800 millones de euros de inversión.
Valoraciones
Las fuentes empresariales consultadas ayer por Transporte XXI ponían en valor la flexibilidad del Puerto de Valencia a la hora de tramitar el concurso, que fue licitado por el enclave el pasado 28 de diciembre de 2023, por lo que “en solo seis meses ha sido adjudicado, lo que es un récord en un procedimiento tan complejo por el tamaño de la obra, la mayor que hemos visto adjudicar en España”.
Por su parte, la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, calificó como “histórico” el día de ayer para la ciudad de Valencia, explicando que “en un año hemos avanzado lo que no se había avanzado en muchísimos años”. Con ello, Valencia “puede seguir desplegando todo el potencial que tiene su puerto y liderando el transporte de mercancías con un puerto sostenible y eficiente”. Catalá indicó que “vamos a seguir trabajando para ser un referente de sostenibilidad, porque para nosotros progreso y sostenibilidad no están reñidos”.
En este mismo sentido, la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé, resaltó el cumplimiento de los plazos para hacer realidad la terminal norte, indicando que “va a suponer una de las principales obras del Gobierno de España en la Comunidad Valenciana que va a contribuir a mejorar la economía, dado que es la infraestructura que más aporta al PIB de la Comunidad”.
Tras el consejo de administración, Bernabé felicitó “a todas las personas que han contribuido para que en apenas unos meses desde el que el ministro Óscar Puente viniera y anunciara el compromiso con el puerto más sostenible y puntero de las próximas décadas en nuestro país”. La delegada del Gobierno valoró la apuesta por la ampliación norte, “un motor económico” que “supone una transformación en la logística ferroviaria” del enclave valenciano.