La empresa, que aplica un ERE temporal en Barcelona, abre trayectos con Oriente Medio.
La transitaria española Bofill&Arnan ha multiplicado por dos, en apenas dos años, sus líneas terrestres de grupaje entre Barcelona y el este de Europa, pasando de los 20 países que cubría en 2008 a los 42 que enlaza actualmente. Además, el operador, que aplica un ERE temporal por la bajada de la actividad, cubre una nueva zona geográfica, Oriente Medio
La compañía transitaria española Bofill&Arnan basa su estrategia de crecimiento en los mercados del Este de Europa. El operador desembarcó en la zona hace cinco años con servicios regulares de grupaje terrestre entre Barcelona, sede central de la compañía, y cuatro países, que en 2008 eran ya una veintena y que en 2010 son 42 países con 64 destinos. De los 42 países que cubre, diez son líneas directas.
“Hemos completado el despliegue en el Este de Europa. Ahora, el siguiente paso es tener líneas directas con la mayoría de estos países”, señaló Víctor Bofill, director general de la compañía. La apuesta por la zona responde a que “es donde hay posibilidades de crecer”. La transitaria también ha entrado en Oriente Medio con un servicio, vía Austria, que cubre Irán, Jordania y Siria. “Son mercados pequeños, pero que están dando oportunidades”, añadió el directivo de la empresa familiar.
En cuanto al mercado nacional, Bofill&Arnan baraja desde hace tiempo incrementar su presencia en la Península, lo que espera concretar en 2010 “con algún tipo de acuerdo” con otros operadores. “Nos interesa especialmente Zaragoza y Bilbao”. Además de la sede central en Barcelona, Bofill&Arnan tiene instalaciones en Irún, Madrid, Alicante y Valencia, las dos primeras plataformas logísticas y las otras dos de tránsito.
El operador no ha esquivado la crisis y ha tenido que aplicar un expediente de regulación de empleo temporal en Barcelona por la caída de su actividad. Sin embargo, el negro 2009 ha deparado “oportunidades de negocio”: clientes que se han quedado en el camino con fusiones como la de Spain Tir y Schenker o la de ABX y DSV. La estrategia que está aplicando Bofill&Arnan para capear la crisis “no ha sido rebajar precios. Hemos reducido costes y llevamos a cabo una política estricta de cobros, limitando el crédito a los clientes para evitar los impagos”. Bofill&Arnan tuvo una facturación de 65,83 millones de euros en 2008, frente a los 78,03 millones de 2007, según el Registro Mercantil.