El transporte marítimo y terrestre de productos y bienes queda asegurado en Europa ante la suspensión del espacio Schengen.
Los Estados miembros de la Unión Europea, buena parte de los países del resto del continente y del mundo han cerrado sus fronteras al libre tránsito de personas y servicios por la emergencia sanitaria. El transporte de mercancías por vía aérea ha sido restringido de forma generalizada en lo que respecta a las bodegas de los aviones de pasajeros, aunque los vuelos especializados no han tenido restricciones en el ámbito europeo, por el momento. Así mismo, el tráfico de mercancías por vía marítima ha sido asegurado en todos los países miembros, así como el transporte ferroviario.
Pero el transporte por carretera ha tenido diferentes interpretaciones. En algunos casos se permite todo tipo de transporte, se limita sólo el de pasajeros o se prohíben todo tipo de modos provenientes de ciertos paíes vecinos (no de la UE). Sin embargo, y como no podía ser de otra forma, Bruselas ha dejado libertad a cada Estado miembro de la UE para gestionar esta crisis sanitaria mundial que afecta a la movilidad y las libertades individuales.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha señalado que “tenemos que tomar medidas excepcionales, pero deben ser coordinadas para que sean efectivas” y, ante todo, se ha defendido el mantenimiento de las fronteras abiertas para el transporte de mercancías por carretera. “Asegurémonos de que los bienes y servicios esenciales continúen fluyendo en nuestro mercado interno, es la única forma de prevenir la escasez de medicinas o alimentos”. Por último, la presidenta de la Comisión ha apelado a que esto “no es sólo una cuestión económica: nuestro mercado único, es un instrumento clave de la solidaridad europea”.
Esta declaración llega una semana después de que la Unión Internacional de la Carretera, IRU, pidiera el apoyo a la Comisión, previendo el impacto económico que tendrán para las empresas de transporte las restricciones de movimientos. En una carta dirigida a Von der Leyen, la patronal le recordaba que “el 85 por ciento de las mercancías se mueven por carretera y resulta fundamental garantizar la actividad transporte”.
Aunque la IRU solicitaba para el sector otras medidas como el apoyo financiero para las empresas del sector, el decaimiento de las restricciones de tráfico o la unificación de criterios entre gobiernos durante la crisis, la UE se ha limitado a dar libertad a los Estrados miembros a que adopten las medidas restrictivas y proteccionistas que consideren necesarias, pero manteniendo la libertad de movimientos para las mercancías.
Así, cada país ha establecido sus propias normas temporales, aunque todos han mantenido abierto el tráfico para las mercancías por carretera, los de emergencias y los de tipo estatal. En todos los casos se exigen a los transportistas las medidas de información, protección e higiene más comunes: papeles, como la carta de porte, en regla, mascarillas, guantes, líquidos higienizantes, etcétera.