La Unión Europea ha finalizado su evaluación del estado de avance de los 92 proyectos de redes transeuropeas de transporte (RTE-T) de la Dirección General de Transportes, y su conclusión es que el 48 por ciento acumulan retrasos, en algunos casos irreparables. La Comisión retirará las ayudas o las reducirá a estos proyectos retrasados, aunque hará una distinción con aquellos que hayan sufrido los efectos de la crisis económica pero presenten buenas perspectivas de futuro. Así un total de 29 proyectos dotados con una base financiera y estructural sólida serán finalizados de aquí a 2015.
Para otros diez proyectos se ha concedido un aplazamiento condicionado hasta 2015, pero sus subvenciones han sido reducidas. Es el caso de la construcción de la línea ferroviaria entre Holanda y Alemania (Rhin de Acero), que ha pasado de 7,285 millones de euros a 4,451 millones; del proyecto ferroviario Diabolo (de 15 millones a 14,920 millones). Otros cinco proyectos han sido calificados de “inciertos”, por lo que se han suprimido todas sus subvenciones.
El resultado es que la Comisión Europea ha liberado con esta revisión un total de 311 millones de euros, que serán dedicados a nuevos concursos de ofertas en el marco del actual programa RTE-T. Siim Kallas, Comisario de Transportes de la Unión Europea, señala que “queremos sostener los proyectos infraestructurales cruciales, y al mismo tiempo proteger el uso del dinero de los contribuyentes europeos.
Creo que es muy alentador el hecho de que a pesar de una coyuntura económica muy difícil, numerosos Estados miembros han dado el paso correcto hacia la inversión en infraestructuras para recuperar la economía europea. De todas formas, la Unión Europea no puede permitirse realizar inversiones en proyectos que no alcanzan los resultados esperados”.
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