La Unión Europea podría haber comenzado una guerra comercial mundial si sus planes para imponer una tasa de carbono a las aerolíneas desatan las respuestas esperadas en otros países no europeos. El Esquema Comercial de Emisiones (ETS por sus siglas en inglés) ha levantado una enorme controversia ya que cualquier avión que aterrice o despegue de una aeropuerto europeo recibirá una tasa aplicable a toda la distancia de vuelo realizado y no solo a la parte del espacio aéreo europeo.
“La UE ha emitido una reglamentación transparente y espera que las aerolíneas estadounidenses respeten las normas estadounidenses así como las europeas lo hacen”, señala la comisaria de cambio climático Connie Hedegaard, quien se refiere a la exigencia impuesta por Estados Unidos de que las aerolíneas aseguran el 100 por ciento del escaneado de los envíos de carga con destino a EE.UU.
La OMC considerará la disputa levantada entre EE.UU. y la UE, peromientras tanto China, India y EE.UU. han desafiado la reglamentación. China ya ha cancelado un gran pedido de Airbus, y la secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton, ha escrito a la UE para señalar que 43 países se oponen a la tasa y amenazando con iniciar acciones si la UE no cancela o por lo menos postpone la aplicación de la tasa hasta negociar la directiva.
El lobby de aerolíneas americanas ha aceptado pagar la tasa de momento, pero bajo protesta, puesto que de no hacerlo tendrían que suspender sus operaciones a partir del 1 de enero. La Unión Eueopea señala que esta medida unilateral es consecuencia de la frustrante incapacidad de la OACI para fijar tasas de emisión de CO2 en los últimos 14 años. “EL verdadero problema es político, no legal”, afirma Ulrich Schulte-Strathaus, de la Asociación Europea de Aerolíneas (AEA).
“A pesar de que el Tribunal Europeo haya señalado que la tasa no es contraria a las leyes europeas, esto no evitará la hostilidad del resto de países”. Tony Tyler, director general de IATA añade que “la decisión de hoy es frustrante, pero no sorprendente. No nos acerca a una solución global al problema de las emisiones y una medida unilateral y distorsionadora nunca puede ser la solución.
La industria aérea se ha comprometido amejorar la eficiencia de consumo en un 15 por ciento anual de aquí a 2020, y llegar a reducir a la mitad las emisiones en 2050. Y no hace falta decir que esta tipo de tasas golpeará más duro en la capa de los transitarios internacionales”.